martes 21 de mayo de 2024 - Edición Nº1994

Actualidad PN | 8 sep 2022

Polémica

Hasta dónde la sororidad es aceptable: cuándo en la política se reniega de la política

Fuerte polémica se generó en el conurbano a raíz de un cruce entre peronistas. Dirigentes y legisladores se trenzaron en las redes.


Por: Martina Vivas

“La sororidad es una política que trata de desmontar la misoginia, acción básica para el empoderamiento de las mujeres y la construcción de la igualdad. Si ella, nos pondremos trabas entre nosotras mismas” dicen Mujeres en Red. Peo hasta dónde, en política de rosca, es aceptable. ¿Se terminaron los debates entre mujeres y hombres?

En las ultimas horas se generó un a polémica en el conurbano entre dos dirigentes del peronismo, que pugnan ya por las candidaturas de un distrito para el año que viene.

El "tole tole" se armó en San Miguel, comuna hoy gobernada por Jaime Méndez, de Juntos, y que tiene entre los posibles postulantes a Franco La Porta, Jefe de gabinete del Ministerio de Infraestructura y servicios públicos.

La batalla dialéctica se generó cuando la hermana de Gustavo Menéndez, jefe comunal de Merlo en uso de licencia, Karina Menéndez, interina, se pronunció a favor de Juanjo Castro, concejal de San Miguel, y le instó al propio La Porta que se baje de su candidatura.

Lo llamativo es que Menéndez, de Merlo, se metió en la rosca política de otros distrito, en favor de uno en particular. Eso generó un malestar en La Porta quien en redes sociales le solicitó que “trabaje para los merlenses” que la necesitan.

Haciéndole honor al dicho que reza “vi luz y entré”, la senadora nacional ultra kirchnerista Juliana Di Tulli vio el foco encendido y se introdujo en un debate que no le correspondía.

Como se dijo, Di Tullio, habitué de polémicas en redes sociales, cruzó a La Porta y le propinó: “La violencia hacia las mujeres que hacemos política y construimos poder es inaceptable y se contradice con el cariño y el respeto que se dice tener sobre nosotras. Mi solidaridad con la compañera Karina Menéndez”.

Bajo el paraguas del feminismo y la sororidad, la legisladora K criticó el debate entre Menéndez y La Porta, cuestión que colisiona contra varias de sus posturas acerca de la rosca política del peronismo.

En declaraciones periodísticas Juliana Di Tullio remarcó que “el poder no discute en buenos términos, no es amable”. Entonces, en el plano de igualdad, la pregunta que emerge sería por qué Karina Menéndez no podría debatir de poder político con Franco La Porta. ¿Aduce Di Tullio que la jefa comunal de Merlo no estaría capacitada par debatir con un hombre? ¿Hasta dónde es violencia intercambiar pareceres en la rosca clásica que promueve desde tiempos inmemorable el peronismo? Si la postura de Di Tullio es instalar a Menéndez como víctima, lo logró, pero no por sentirse violentada, sino por menospreciarla en la controversia dialéctica política.

También se metió en la porfía la senadora bonaerense, jefa de bancada, Teresa García quien, por supuesto, también se mostró sorora con Menéndez. Vale recordar que a García también le interesa saber si el postre “Vigilante” es de  batata o membrillo .

En esta sublevada de la femineidad peronista apareció también Florencia Saintout, Presidenta del Instituto Cultural de la provincia, que ahora defiende a Menéndez pero que se olvidó de repudiar con énfasis el escrache sufrido por la diputada nacional Victoria Tolosa Paz. Tal vez será porque son acérrimas contrincantes en La Plata, distrito que la ex decana de Periodismo acumula más derrotas que sonrisas.

Así las cosas, bajo la contención feminista, algunas dirigentes del peronismo salieron a cruzar a Franco La Porta que, seguramente, si destierra Jaime Méndez del sillón municipal de San Miguel, correrán a abrazarlo.

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