Por: L. Alarcón

Con la rosca de las comisiones destrabadas, senadores y diputados debaten por estas horas los proyectos del Consenso Fiscal y jubilaciones de la Caja del Bapro.

En ese marco, y en la previa de una posible sesión, el PRO avisó que “no se votará nada que permita incrementarle los impuestos a los vecinos bonaerenses” y argumentó que “existe una ventana ventajera del gobierno para poder subir gravámenes evadiendo la ley”.

Asimismo, y según comentaron las espadas económicas de Juntos, el espacio PRO está dispuesto a tratarlo pero con la abstención, es decir, dar solamente quórum y entregarle al gobernador la herramienta de gobernabilidad.

Con respecto a la situación del BAPRO, rumorean que la única posibilidad que Kicillof tenga su ley, sería que la Unión Cívica Radical comandada por Maximiliano Abad habilite el tratamiento y se abstenga. Es decir, darle al oficialismo la chance de votarla por su cuenta y de esa manera modificar la legislación alterada por la ex gobernadora María Eugenia Vidal.

Así y todo, esta sería una chance del radicalismo de generar una postura propia. Una demostración de fuerza y dejar atrás el mote de “hijo” del PRO en las decisiones de peso en la coalición que integra. Y también, por supuesto, una devolución de “gentilezas” al ex presidente Mauricio Macri.

En tanto, en la legislatura provincial señalan que “hoy la provincia tiene déficit de cien mil millones de pesos en el IPS para pagar jubilaciones de 35 mil pesos y se le tendría que retener fondos a esos haberes, si el Estado bonaerense queda como garante, para financiar una caja que es autárquica y que abona jubilaciones de más de 200 mil pesos”.

De esta manera, nada está asegurado ni caído, porque la política bonaerense sabe de timonazos sobre la macha donde a veces choca y otras sale a flote.