

Por: C. Benquerenca
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, participó del acto de cierre de campaña del Frente de Todos que encabezaron en Tecnópolis, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, juntos a mandatarios provinciales, funcionarios, intendentes y dirigentes.
También estuvieron presentes la vicegobernadora Verónica Magario, el titular de Diputados en el Congreso Nacional, Sergio Massa, su par en la Legislatura bonaerense, Federico Otermín, y el jefe del bloque oficialista en la Cámara baja.
Al resaltar la gestión que se realizó de la pandemia, Cristina Fernández recordó que al inicio de la crisis mundial “con angustia salimos a la cancha a hacer lo que sabemos, a cuidar a la gente y a construir porque se hicieron hospitales portátiles, y en la Provincia de Buenos Aires terminamos cinco hospitales, que en mi gestión habíamos dejado casi terminado pero que se negaron a abrir. Ahí fuimos y lo terminamos”.
“Armamos el país para enfrentar lo que venía”, añadió al respecto, y al destacar el plan de vacunación contra el coronavirus que se desplegó a nivel nacional y las medidas de cuidado, también remarcó que ante las críticas “mal que les pese logramos retrasar el ingreso de otras variantes que se nos muestran como inmanejables hasta ahora”.
En el marco de los planes que lanzó el gobierno para ayudar a diferentes sectores a paliar las consecuencias por la pandemia, la vicepresidenta recordó aludiendo a la gestión macrista que “en 2015 le dejamos al gobierno que empezó el 10 de diciembre el salario en dólares más alto de América Latina, y la devolvieron cuatro años después con uno de los salarios más bajo de la región, en dólares también”.
Por eso en el marco de las elecciones legislativas consideró que “son dos modelos de país, que además muchos son los protagonista de aquella Argentina defolteada, que recibió Néstor, los actores son muchas veces los mismos”.
Cristina Fernández también señaló que “no tiene que ser un cierre de campaña sino una apertura de debates en el país”, y al opinar sobre los comentarios periodísticos en torno a la pobre campaña electoral que se desplegó, enfatizó: “No es un problema de nuestros candidatos que fueron a todos los programas de televisión en todos los canales, incluso aguantando maltratos”, ya que “el debate está achatado por ellos mismos, porque si ponen en debate lo que hay que poner la oposición no pueden ir a ningún canal de televisión a explicar nada”.
En otro tramo de su discurso, contó que Macri opinó que “los peronistas son golpistas”, porque no lo dejaron gobernar, a lo que la vicepresidenta lo retrucó: “Lo levaste a Pichetto de vicepresidente que fue jefe de bloque durante los 12 años y medio de peronismo, que te votaba hasta el café con leche, y decís que los peronistas no te dejamos gobernar”.
Asimismo, señaló que “en la etapa que se avecina, donde hay que discutir el modelo de país, cada uno tiene que hacerse cargo de la parte que le corresponde en esta historia de este país que hoy tenemos los argentinos”.
“Espero que el lunes podamos debatir un país sin agravios, sin insultos, en igualdad y paridad de condiciones para todos y todas”, añadió.
Por lo tanto, consideró que “hoy la Argentina continúa en pandemia, el mundo patas para arriba, le debemos al fondo 44.000 millones de dólares y a los acreedores externos lo que se reestructuró, tenemos que mejorar los salarios, seguir bancando a las actividades que siguen teniendo problemas como el turismo”.
“Por eso los y las argentinas necesitan mucha responsabilidad institucional, que no es solo de quienes gobiernan sino también de la oposición, los medios de comunicación, los empresarios, los sindicaros, es de todos aquellos que elegidos en el lugar que están tienen que dar cuenta de sus actos y saber que un país no se construye solo y nadie se salva solo. Esto es lo que viene y la discusión que estamos dispuestos a dar como siempre de cara a la gente, la historia y de nuestras ideas de las cuales estamos orgullosos”, concluyó.