Por: Martina Vivas

No hay plata dijo Javier Milei el día de su asunción para justificar que se vendría un recorte extremo en el Estado nacional y las prestaciones que realiza. Ese latiguillo que se prolongó a lo largo y ancho del país les vino “como anillo al dedo” a varios intendentes bonaerenses, que aprovecharon las palabras del libertario para aplicar el guadañazo en sus comunas.

Este es el caso de Chascomús, ciudad gobernada por el representante de Sergio Massa, Javier Gastón, quien no le tembló el pulso para dar de baja a más 50 trabajadores municipales.

Sin embargo, y como avanzó el presidente Milei, en Chascomús sí hay plata para la familia y funcionarios amigos, con cargos disfrazados de cursos de narración y oratoria, plomería y gastornomia. El menú completo. 

A comienzos de año el intendente renovador Javier Gastón instó a los concejales que integran el HCD a que acompañen y voten a favor de la emergencia económica, administrativa y financiera de la comuna. Se sabe que con estas atribuciones, el Ejecutivo puede gastar partidas sin que sean auditadas.

Pero paradójicamente, la gestión de Javier Gastón, a semanas de haber pedido la emergencia, incorporó a más de 25 nuevos empleados a la planta municipal. En los pasillos de la comuna transitan rumores que “son amigos del intendente” las nuevas incorporaciones en sectores claves. Hablan de puestos de alto rango y con salarios más que onerosos, situación que molestó al sindicato de Trabajadores municipales.

Como si agrandar la planta estatal municipal no fue suficiente, Javier Gastón también habría avalado más de 15 ascensos de funcionarios a puestos jerárquicos. Claro, los sueldos quintuplican a los de un trabajador raso, aunque algunos ensayan que habría algún tipo de retorno a los principales asesores del jefe comunal.

Como se dijo, entre los más de 25 nuevos empleados de la comuna figuran amigos, esposas y cuñados. Por ejemplo, el concejal de Unión por la Patria Leandro Bordalecou, mano derecha del intendente Gastón, colocó como nueva Secretaria de Prensa y Comunicación de la comuna a su esposa, Pamela Abarca, quien a comienzos de año frenó todos los compromisos que su oficina mantenía vigente.

Con una incongruencia más grande que la propia laguna del distrito, Abarca tuiteaba ofuscada que “el gobierno nacional tomó la decisión de rescindir contratos y despedir trabajadores del Estado sin ningún criterio, es al "tun-tun". No hay análisis de trayectorias, ni méritos. Festejar que la gente se quede sin trabajo, es cruel. Construirlo y mostrarlo como logro, es inmoral”. Claro, como reza el refrán, “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”.

Como si con su esposa no fue suficiente, el edil Leandro Bordalecou también habría incorporado a un cuñado, sobrino y otro amigo de la infancia.

Por supuesto, en la gobernación provincial no cayó para nada bien las iniciativas de Javier Gastón, tanto es así que recordaron que “vino a llorar” y a solicitarle colaboración al gobernador.

Otro de los puntos flacos de la gestión massista es en materia de seguridad. Los vecinos saldrán armados a las calles y acusan al intendente de cómplice. 

Así las cosas, mientras la sociedad de Chascomús pena por un plato de comida diario, en la municipalidad incorporan nuevos empleados con salarios más que apetecibles.