Por: Claudia Benquerenca

En Juntos por el Cambio, los espacios que integran la coalición opositora avanzan a paso firme con vistas a las PASO de agosto, donde sí habrá competencia. Más allá de las cuestiones partidarias que cada fuerza busca resolver de cara al cierre de listas, esta semana el foco estuvo puesto en la posibilidad de buscar un acuerdo para reducir la oferta electoral y no perder la oportunidad de obtener un triunfo en territorio bonaerense, que ante un escenario de múltiples postulantes como el actual el riesgo de una derrota está latente. La diferencia radica en el modo de llevarlo a la práctica.

Con las precandidaturas a gobernador de Néstor Grindetti y Diego Santilli definidas, la mesa del PRO bonaerense mantuvo un nuevo encuentro con pocas definiciones, donde más allá de formalidades relacionadas a las autoridades partidarias, básicamente se acordó en la interna “una competencia sana para ganarle al kirchnerismo”.

Un tema no menor es la discusión en torno a las reglas de juego en los comicios municipales, que visto y considerando, todo indicaría que se encamina a dirimir las candidaturas en una interna, pese al pedido expreso de los intendentes de no poner en riesgo los distritos que hoy tienen bajo su dominio.  

La confirmación la dio Patricia Bullrich en su paso por Lanús, donde aseguró: “Nosotros vamos a hacer una lista, desde la presidencia hasta los 135 intendentes, más el Gobernador y el Vicegobernador o Vicegobernadora”. La afirmación de la precandidata a presidente no solo echa por tierra un eventual acuerdo sino que deja la puerta abierta a un gran frente de batalla poniendo en riesgo el poder territorial.

Mientras tanto, por el lado de la Unión Cívica Radical, que aguarda la Convención Provincial prevista para el 3 de junio en Coronel Suárez para definir la estrategia electoral partidaria, se intensificó la presión sobre su socio político para unificar a Juntos detrás de una sola fórmula que compita por la gobernación.  

“Juntos por el Cambio no puede correr el riesgo de dividir nuestra oferta en dos, tres, o más candidatos, y salir terceros, cuartos y quinto”, reiteró Abad, pese a la resistencia del sector del radicalismo que lidera el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

Es que los correligionarios consideran que “en la gran incertidumbre que hay esto ordenaría y ayudaría mucho a que la oferta a nivel provincial sea acotada”.

El punto es que si bien en el PRO también ven con buenos ojos la posibilidad de unificar la propuesta, la diferencia con sus socios políticos es que la propuesta amarilla radica en compartir fórmula, abriendo una nueva disputa entre Néstor Grindetti y Diego Santilli por sumar el apoyo correligionario.

Así, pese a las diferencias, desde la coalición opositora siguen dando pasos firmes en el armado de la estrategia electoral paracon el claro objeto de recuperar la provincia.