Por: Claudia Benquerenca

Al igual que años anteriores, la Ciudad de Buenos Aires confirmó el adelanto de clases para el 2023, con inicio el 27 de febrero perjudicando la temporada de verano en los destinos turísticos bonaerenses.

La medida no hizo más que cosechar críticas por parte del sector turístico y de los intendentes cuyos municipios se presentan como principales opciones para disfrutar de las vacaciones en la Provincia de Buenos Aires.

Uno de los primeros en cuestionar la decisión del gobierno porteño fue el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, quien sostuvo en diálogo con PROVINCIA NOTICIAS que Horacio Rodríguez Larreta “viene haciendo lo que hizo años anteriores. Ya nos tiene acostumbrados, es más de los mismo”.

En este marco, y frente a la denuncia que trascendió por la decisión de las autoirdades del gobierno de la Ciudad de colocar baños químicos en una escuela de Palermo, con el fin de no interrumpir el ciclo lectivo, el alcalde geselino no la dejó pasar y chicaneó.

“Larreta adelanta las clases a febrero, perjudicando los destinos turísticos y con el presupuesto más grande del país no tiene sus escuelas con los servicios básicos para alumnos y profesores. Puro marketing electoral”, arremetió Barrera en tono irónico.

La cuestión es que sigue el enojo de los municipios que se proyectan como principales receptores del turismo bonaerense, y cuando pueden pasan factura al Jefe de Gobierno porteño por tomar una decisión que impacta de cara a la temporada de verano.   

Larreta adelanta las clases a febrero, perjudicando los destinos turísticos y con el presupuesto más grande del país no tiene sus escuelas con los servicios básicos para alumnos y profesores. Puro marketing electoral. https://t.co/4ePiE7mLDG

— Gustavo Barrera (@BarreraGusOk) September 20, 2022