

Por: Martina Vivas
En el día en el que el fiscal macrista Diego Luciani pida más de 10 años de condena para la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad, funcionarios del gobierno nacional y provincial salieron en defensa de la líder del espacio por redes sociales.
Uno de ellos fue el ministro de Desarrollo y Secretario General de La Cámpora, Andrés Larroque, quien sin pelos en la lengua, lanzó que “con Cristina no se jode”.
En ese ámbito, el que se metió en el debate fue el periodista macrista y anti kirchnerista Gustavo Noriega, quien respondió al tuit del “Cuervo” escribiendo que “estos gorgojeos de gallito petiso no tienen razón de ser. Habló el fiscal, pide una condena. Viene el turno de las defensas. Si era todo lawfare sin sustancia, es el momento de demostrarlo. El resto es cocorocó”.
En tanto, desde el kirchnerismo salieron al cruce y le recordaron a Noriega su “llanto” cuando el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) decidió, con las facultades que posee, redireccionar sus recursos económicos y le bajó la pauta publicitaria a la revista El Amante, cuyo dueño es el propio comunicador M.
Fue en 2013 cuando Gustavo Noriega, Licenciado en Ciencias Biológicas, profesión lejana al periodismo, comenzó su derrotero mediático, por supuesto los afines a sus convicciones ideológicas y partidarias, señalando que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner le había quitado el ingreso publicitario de manera arbitraria.
Noriega justifica su posición señalando que “después de que yo apareciera en el programa de Jorge Lanata hablando sobre el instituto, bajaron la pauta”.
Vale recordar que Noriega trabajó más de diez años en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) percibiendo un salario del Estado nacional.
En su defensa, el INCAA alegó problemas presupuestarios optando por destinar los ingresos a otros sectores del espacio que eran “más importantes”
Entonces, surge la misma pregunta de siempre entre los medios de comunicación y los gobiernos en cuanto al reparto de pauta. Es decir, y con razón, los Ejecutivos analizan a quiénes destinar la pauta, y se preguntan también, qué sentido tiene otorgarle un ingreso cuando desde el otro lado solo hay críticas destructivas hacia la gestión.
Así las cosas, Gustavo Noriega, periodista macrista, intentó cruzar al “Cuervo” Larroque pero le salió el tiro por la culata, y le recordaron su “cocorocó” cuando le quitaron la pauta publicitaria que sale de cada uno de los argentinos que abona sus impuestos.