Por: Claudia Benquerenca

El intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, analizó el complejo presente económico y social que atraviesa el país y la Provincia, y cómo está situación repercute en la gestión municipal. “Estamos preocupados”, indicó.

Además, el mandamás del PRO opinó en diálogo con PROVINCIA NOTICIAS de las versiones que comenzaron a circular frente a la posibilidad de adelantar las elecciones. “La salida, las herramientas, el plan para salir de esto tiene que ser presentado por el oficialismo y el lugar de discusión es el Congreso de la Nación”, sentenció.

En el plano electoral se refirió a Juntos por el Cambio y enfatizó: “lo veo con posibilidades concretas de volver al poder”. Si bien no pasó por alto las diferencias que hoy existen dentro de la alianza opositora, el Jefe comunal remarcó que “hay una clara vocación de no romper bajo ningún argumento la coalición”.

¿Cómo repercute la compleja situación económica y social del país en la gestión municipal?

Repercute por varias razones. Estas dos semanas fueron de virtual parálisis en muchas cosas. A nosotros nos pasó que dos licitaciones importantes, de luminarias led y de asfalto, se cayeron porque no se presentó nadie.

Estamos preocupados, como le expresamos al Gobernador hace algunos días, porque algunos convenios del Fondo de Infraestructura Municipal 2022 todavía no se firmaron por parte de la Gobernación, y estamos hablando de dinero que se estableció por el voto en la Legislatura en diciembre de 2021.

En materia de obra pública teníamos 300 millones de pesos, recién ahora estamos ejecutando 100 y los 200 restantes todavía no firmamos el convenio, con lo cual con dicha cifra hoy podes hacer menos obras. Además, suponiendo que se firme el convenio en los próximos días, no tenés menos de 45 días de un proceso de licitación sobre el cual tampoco tenés certeza de que se vayan a presentar empresas, porque esta parálisis incluye a las empresas que toman sus recaudos. Tenemos una situación compleja.

Otra cuestión es que aumentamos las tasas en el año el 48% promedio. Esto se aprobó en diciembre, pero nos quedamos absolutamente cortos y sinceramente no veo margen político y social para hacer un nuevo aumento, porque la gente tampoco está con el bolsillo como para responder a eso, con lo cual lo vamos a absorber, pero vamos a terminar el año con una inflación de 80%, suponiendo, cuando ajustamos las tasas al 48. Esto nos complica pero en el caso de Bahía Blanca no estamos pensando en hacer un aumento adicional de tasas porque la gente no lo puede pagar.

Esta imprevisibilidad en materia de inflación nos está golpeando desde varios sectores. Afortunadamente no vimos que se caiga la recaudación en términos nominales porque la gente sigue cumpliendo los porcentajes que teníamos, la tasa de seguridad e higiene a comercios e industrias se siguen pagando, y en todo caso lo que estamos haciendo es ver cómo optimizar el gasto.

Hace más de un mes congelamos las vacantes de todo personal municipal hasta marzo de 2023, no hay ingresos salvo un caso excepcional vinculado con la salud, reducimos horas extras. Con el sindicato dialogamos para rediscutir la paritaria, pero la plata tiene que salir de algún lado, con lo cual vacante que se produce vacante que no se cubre, y se verá algún otro tipo de gastos para tratar de no llegar a fin de año con sobresaltos.

¿Cómo ve la situación del país y la provincia?

Con mucha preocupación porque la crisis económica y financiera que tenemos está acompañada por una muy profunda crisis política en la coalición gobernante, y esto hace que sea difícil. Hoy la sensación que tengo es que el mejor plan antiinflacionario en la Argentina fracasaría por falta de confianza en quienes los ejecutan.

El sistema político de la Argentina recae mucho sobre la figura de los Ejecutivos, particularmente, Presidente y Gobernador, y es un sistema fuertemente presidencialista, hoy vemos a un Presidente muy devaluado en su accionar, en su palabra, donde a veces se dicen cosas a la mañana que se desmienten a la tarde, y cada día vemos cómo se debilita su figura.

En un país con un sistema presidencialista fuerte es un hecho muy negativo que la figura del Presidente esté tan deteriorada, y no vemos forma que se pueda remontar en este tiempo. Si gran parte de la evolución económica tiene que ver con la confianza, hoy no la hay y lo marca cualquier encuesta en lo que pueda decir el Presidente o el equipo de gobierno del Ejecutivo nacional.

Esto sumado a las problemáticas ajenas, a la situación internacional, los precios, la necesidad de importar energía, los dólares que no están, con lo cual vemos un panorama complejo. Quienes tenemos unos años hemos vivido otras situaciones, pero esta es una de las más complejas que vi porque hay una conjugación de factores políticos y económicos.

¿Qué opina de Sergio Massa? ¿Lo ve capacitado para llevar adelante la economía del país?

En líneas generales tengo una buena relación con Sergio Massa como articulador político y lo ha demostrado con buenos contactos nacionales e internacionales. Pero no tengo en claro las virtudes y las capacidades de Massa para manejar la economía en un momento tan crítico aunque seguramente tiene un buen equipo, pero en una situación complicada habrá que ver, al menos inicialmente, si puede generar algo más de confianza y expectativas de lo que generó Silvina Batakis.

¿Y Silvina Batakis?

Solo el nombre de Batakis en el plano internacional no agrega demasiado. Si la coalición que comanda el Frente de Todos, Presidente, Vicepresidenta y titular de la Cámara de Diputados no muestra una cohesión y un apoyo absoluto a las medidas que puedan anunciarse es muy difícil que la sola enunciación por parte de la ministra de Economía conduzca por el caminos de certezas y de éxito. La prueba está, las medidas sueltas de estos días no movieron el amperímetro respecto de los indicadores más sensibles como los bonos, el dólar, el riesgo país. No hay confianza y este es un tema fundamental para intentar remontar la cuesta.

Ante la crisis comenzaron a circular versiones en torno a la posibilidad de elecciones anticipadas ¿Cuál es su postura al respecto?

La postura nuestra como oposición, que hasta ahora ha sido muy razonable,  pro gobernabilidad, no haciendo leña del árbol caído, es justamente que todo tiene que ser en el marco institucional y de la gobernabilidad.

El Presidente ya recibió muestras de la oposición, por ejemplo, cuando hubo que refrendar el acuerdo con el Fondo Monetario que no todos estaban de acuerdo, se hizo un esfuerzo para que en ese momento no se derrumbara y entráramos en un laberinto sin salida.

Hoy la postura de la oposición sigue siendo la misma. Ahora, la salida, las herramientas, el plan para salir de esto tiene que ser presentado por el oficialismo y el lugar de discusión es el Congreso de la Nación. Todo aquello que tenga que ver con salvar la institucionalidad y la gobernabilidad va a contar con nuestro apoyo sin dudas.

En este contexto y de cara al 2023, ¿cómo ve a Juntos por el Cambio?

Lo veo con posibilidades concretas de volver al poder, con una vocación de autocrítica y de trabajar en proyectos concretos para que si se llega al poder a nivel nacional ya se tengan las medidas a adoptar y la hoja de ruta, que en algunos casos no se tuvo en 2015.

Veo bien que las fundaciones de los distintos partidos que integran la coalición estén trabajando, que haya profesionales que estén analizando un proyecto para cada una de las áreas más sensibles, que le va a tocar al eventual Presidente.

También, esto es público y no hay porqué ocultarlo, hay diferencias importantes dentro de la coalición y candidaturas sin definir, y ni siquiera definido cuál va a ser el método para resolver las situaciones internas que se están presentando.

Hay una clara vocación de no romper bajo ninguna argumento la coalición, Juntos tiene que llegar junto al 2023, todos los tienen claro, pero hay algunas cuestiones que hay que ir definiendo, por ejemplo, si dentro del PRO va a haber una sola lista de candidatos en los distintos niveles o se va abrir para que haya más de uno para competir, inclusive creo que el radicalismo tampoco lo tiene definido.

Hay muchas cosas para resolver y algunas deberíamos empezar a ir definiendo porque un potencial adelantamiento de elecciones no es una utopía, puede suceder y para eso tenemos que estar preparados.  

¿Ya sabe cuál va a ser futuro político o donde le gustaría estar?

No lo tengo resuelto. Sí definí para adentro y para afuera que ocho años al frente de un municipio, sobre todo importante y complejo como Bahía Blanca, es un tiempo suficiente, y más allá de que ahora la ley habilite para un mandato me parece necesario un recambio y que haya otras experiencias. Esto es lo único claro que tengo por el momento.