Por: L. Alarcón

La postura del diputado nacional y presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner sobre la estrategia económica del presidente de la nación y su ministro de Economía, Martín Guzmán es archicononida.

En su afán de estar en el seno del debate público y político, Fernando “Chino” Navarro, Dirigente del Movimiento Evita y actual Secretario de Relaciones Parlamentarias, Institucionales y con la Sociedad Civil de la Jefatura de Gabinete de la nación, criticó al líder de La Cámpora y lo acusó de conducir un movimiento con “afiliaciones truchas”.

En ese marco, el que salió a bancar al hijo de la vice presidenta fue el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, quien acusó al piquetero de “dividir al frente”.

En declaraciones, el alcalde gesellino aseguró que “nuestros compañeros afiliados y afiliadas al PJ no se merecen que cuestionen su pertenencia y lealtad al Peronismo”.

Asimismo, Barrera sostuvo que “como Presidente del PJ de Villa Gesell lamento las declaraciones del Chino Navarro que dividen el Frente y no ayudan a la Unidad”.

Vale recordar que “el Chino” nombró a su hijo Juan Francisco Navarro como director de Promoción de Desarrollo Sostenible del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) adaptando la reglamentación ya que no era apto para ocupar ese cargo.

También Navarro tiene en su currículum haber formado parte del espacio liderado por Florencio Randazzo en 2017, donde alcanzó el 5 por ciento de los votos permitiendo que el macrismo con Esteban Bullrich como representante triunfara sobre la lista de Cristina Fernández.

Como líder del Movimiento Evita, Navarro administra entre un 40 y un 50 por ciento de los planes sociales del país, que rondan los 570 y a los que el gobierno nacional destina alrededor de 5 mil millones de pesos mensuales.

Así las cosas, Máximo Kirchner recibe el respaldo de los intendentes peronistas de la provincia y le pasan factura al cuestionado líder del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro.