lunes 27 de octubre de 2025 - Edición Nº2518

Actualidad PN | 26 oct.

Elecciones 2025

Cuatro oficinas en el Brizo y una sola frase: “nos rompieron el orto”


Por: Fernando Alarcón

El aire estaba más espeso que la sangre, y ese crúor parece haber llegado al río. Es que a cada minuto que llegaban los resultados, malos, la interna recrudecía y el se reflejaba en cada uno de los rostros de los principales dirigentes del PJ.

Ese “quilombo”, así lo definió un diputado, se vio reflejado en el armado del sistema de recepción de datos y de análisis propios en el paquete hotel Brizo de La Plata. Según pudo saber PROVINCIA NOTICIAS, hubo cuatro oficinas. Una para Axel Kicillof, otra para Sergio Massa, un tercero para el anfitrión Julio Alak y el restante para Máximo Kirchner. Pero también había un quinto espacio. Una oficina en común donde solo concurrían los principales popes de Fuerza Patria y algún que otro allegado.

En el hall que separaba los bunkers del bunker, la decepción era total y con un solo análisis a flor de piel: “nos rompieron el orto”. Esa frase recorría cada una de las bocas de los dirigentes y asesores, que no podían creer que se pasara en un mes y medio de la euforia total a la decepción impensada.

Por supuesto que entró en escena la decisión que tomó el gobernador Axel Kicillof de desdoblar la elección. Desde el kicillofismo defendieron y defienden a rajatabla la idea señalando que “si no se desdoblaba se corría el riesgo no solo de perder la nacional, sino que también concejales y el poderío territorial” y que “desdoblando el gobernador se despegaría políticamente de la ex dos veces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. La ¿excusa? del gobernador era que se tornaba engorroso hacer votar a la gente con dos boletas distintas. La real era la que se está en los dos encomillados anteriores.

En tanto, el kirchnerismo definió y puso su parecer en el tuit de Mayra Mendoza. “Cristina tenía razón” dijo la jefa comunal de Quilmes para reprochar la decisión de separar las elecciones provinciales y municipales de la nacional.

La postura de Cristina Fernández era encarar la elección de manera conjunta mostrando todas y cada una de las decisiones de Javier Milei en contra del pueblo argentino. No sucedió.

El catering ni se tocó. No había ánimo ni para agarrar una mini empanada de carne a la que le faltaba sal. Solo agua y gaseosas, aunque algunos hubieran querido tomas algún whisky para tomar coraje y cantarle las cuarenta al que le quepa el sayo.

Es cierto, Fuerza Patria no perdió diputados nacionales, que era lo que realmente estaba en juego, pero sí perdió el respaldo de los bonaerenses, que como por arte de magia, en un mes y medio, cambiaron su voto ciento ochenta grados.

Algunos también culpaban a los intendentes, que no habrían “movido” todo su poderío. Claro, ellos ya habían ganado sus pagos chicos y colocado en la Legislatura provincial a sus candidatos. Entonces es ahí donde el kirchnerismo se pregunta por qué se desdobló, si se sabía que los jefes comunales, cuando no está “la suya” en juego, “hacen la plancha”.

Así las cosas, pasadas las 22 horas, las cuatro oficinas, y la quinta, quedaron vacías. No hubo un gran análisis de la elección y no sacaron nada en limpio. Lo que si quedó claro es que la interna en el peronismo volvió a ganar terreno y será una gran batalla no solo para el 2027 sino que también para la batalla que se viene por el liderango del Partido Justicialista de la provincia.

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