

La vice gobernadora Verónica Magario llamó hace unos días a sesionar este jueves y darle movilidad a la cámara que está paralizada desde hace más de 90 días.
El proyecto que sobresalía era el del endeudamiento de 1.045 millones de dólares que Axel Kicillof pidió a la Legislatura el año pasado.
Según el gobernador y sus ases de Economía, el objetivo era que se apruebe la iniciativa para refinanciar la deuda que dejó la administración de María Eugenia Vidal.
Empero, las negociaciones con los propios y extraños no fue la esperada y el proyecto deberá esperar un tiempo más. Claro, La escasa intransigencia del gobernador para ceder en parte sobre lo que exige la oposición, pero también lo que solicita el kirchnerismo, hicieron que el proyecto no saliera y como consecuencia se cayó la sesión.
Claro, otro dilema a resolver, pero esta vez por el arco opositor, era si los 12 o 14 senadores kirchneristas no acompañaban el proyecto y ellos sí. El PRO y los dos UCR de Somos quedarían en el medio de la polémica apoyando una toma de deuda en suplencia del kirchnerismo, y eso era lo que querían evitar.
Otra de las especulaciones que giraban alrededor del recinto de la cámara alta provincial sostenía que, si el gobernador Axel Kicillof lograba tener ese endeudamiento, incrementaría sus arcas provinciales de tal manera que ya no necesitaría a la legislatura “nunca más”, y de esa forma, se independizaría del kirchnerismo pensando en las elecciones del 2027.
Por supuesto, desde el sector que responde a la ex dos veces presidenta negaron la acusación y expresaron que “nosotros no andamos en esas chiquilinadas”.
Con todo, el gobernador no tiene, por ahora, su endeudamiento “corto” y deberá esperar, dicen, hasta la semana que viene, con rosca previa, o comenzar a pensar cómo y con qué refinanciar la deuda, y también como soporta la presión de los intendentes que siempre quieren más.