

El proyecto de resolución ingresó hoy por mesa de entrada y establece en uno de sus artículos que “todo empréstito tomado por nuestro país con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América que no sea aprobado por ambas cámaras del Congreso Nacional es nulo de nulidad absoluta e insanable y no obligará al Estado nacional de manera alguna”.
“Argentina atraviesa una crisis económica y financiera de gran magnitud, caracterizada por una volatilidad cambiaria extrema, una sangría de reservas internacionales y una economía en fase recesiva, que ha llevado al gobierno nacional a anunciar la intención de solicitar un “salvataje” financiero al Tesoro de los Estados Unidos” se puede leer en los fundamentos del proyecto.
Además se advierte que el gobierno de Javier Milei lleva adelante una “política de confrontación abierta” con el Poder Legislativo “que incluye declaraciones ofensivas y decisiones unilaterales que vulneran la institucionalidad democrática y se materializan en la ausencia de un Presupuesto Nacional aprobado por el Congreso durante los últimos dos años y la falta de rendición de cuentas” por parte del Ejecutivo.
“La suscripción de un acuerdo financiero con el Tesoro de los Estados Unidos sin la aprobación del Congreso de la Nación viola de manera flagrante las disposiciones constitucionales que reservan al Poder Legislativo la potestad exclusiva sobre el endeudamiento público y los tratados internacionales”, señala el proyecto.
Además, la presentación pone en el centro del debate la opacidad del gobierno en relación con los detalles de un posible nuevo endeudamiento, tal como sucedió con el acuerdo con el FMI en abril de este año.
De las recientes declaraciones del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, se desprende que el auxilio financiero vendrá acompañado de inversiones privadas, lo que hace pensar que serán en sectores estratégicos de nuestra economía, muy codiciados por el capital extranjero.
Esta situación se suma a las muchas exigencias de reformas estructurales (laborales, impositivas y ambientales) que trajo consigo el último acuerdo con el FMI y a las declaraciones públicas del embajador designado por los Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas.
Párrafo aparte merece el rol del ministro de economía Luis Caputo, otrora considerado por el propio presidente como un “ineficiente” en el marco del regreso de Argentina al FMI iniciando un nuevo ciclo de endeudamiento. “La trayectoria de Caputo como presidente del BCRA entre junio y septiembre de 2018, cuando se malgastaron USD 13.673 millones del primer desembolso del FMI a razón de 210 millones diarios para financiar la fuga de capitales y pagar letras del Tesoro, genera serias dudas sobre su capacidad para gestionar los fondos de un eventual salvataje del Tesoro estadounidense”.
El presidente -que ahora considera al ex JP Morgan- un “titán” es cómplice y responsable del “avasallamiento institucional que significaría un acuerdo con el Tesoro de Estado Unidos sin la aprobación de ambas Cámaras del Congreso”.
No sería la primera vez que Milei pretende pasar por sobre el Congreso vulnerando la Constitución Nacional, ya lo hizo cuando decidió negociar un nuevo empréstito con el FMI mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).
Le corresponde al Congreso de la Nación poner un límite y defender los intereses de los argentinos y argentinas. “El desmanejo de Milei y Caputo con la deuda exige la intervención del Congreso”, señaló Máximo Kirchner en el marco de la presentación esta tarde del proyecto de resolución que lleva su firma.
Por lo tanto, corresponde “exigir que se someta cualquier acuerdo del Poder Ejecutivo o el BCRA con el Tesoro de los Estados Unidos o con el gobierno de los Estados Unidos a la consideración del Congreso”. Para ello, se requiere además que se remita al Congreso “el conjunto de toda la documentación y cláusulas del acuerdo, con particular atención a cualquier compromiso que asuma la Argentina como condición para el otorgamiento”.