

Por: Fernando Alarcón
Que la UCR está toda rota no es novedad. Que realizaron una pésima elección el 7 de septiembre tampoco sorprende a nadie. Y en ese embrollo, se encuentran los intendentes, que, con resultados disímiles, aún deben continuar con su gestión diaria.
En esa vorágine, están las elecciones legislativas nacionales, donde la UCR que “comanda” el cuestionado y criticado por propios y extraños, Miguel Fernández, decidió la noche de este viernes 19 de septiembre, no hacer campaña.
“Ningún intendente va a trabajar la boleta, pero directamente no la van a trabajar, no es que eso la ellos van a dar libertad de acción, como fue el ballotage entre Sergio Massa y Javier Milei, ahora directamente no van a mover un dedo” confió a PROVINCIA NOTICIAS un armador correligionario.
Esta decisión, que va en detrimento del único candidato del espacio, el jefe comunal de Magdalena, Lisandro Hourcade, que ocupa el tercer lugar de la lista. Empero, sostienen que ni el propio alcalde magdalenense está en modo proselitista. “Por más que sea nuevo, que tenga escasa militancia no pueden no militarlo, porque Evolución sí va a militar la boleta de Randazzo” confió otro dirigente radical a este portal.
Los comités están cerrados, y tanto la militancia como las autoridades están enojados con Miguel Fernández por no haber hecho “un mejor papel”.
El enojo con el ex intendente de Trenque Lauquen viene después del cierre de agosto, donde quedó la situación de mal en peor para la elección de septiembre. Pasada la elección provincial, donde el radicalismo hizo una pésima performance, el delegado de Martín Louesteau, Pablo Domenichini arrancó con Provincias Unidas y Miguel Fernández terminó arreglando con Elisa Carrió, que era la única opción que había, porque como UCR Lista III no se podía, que era lo que querían los intendentes.
No obstante, después del 7 de septiembre, el propio Fernández les dijo a los jefes comunales que iba a explorar ir a las nacionales con la lista 3 con los intendentes de Balcarce, Esteban Reino y Franco Flexas, de Viamonte, como posibles candidatos, que finalmente fue Lisandro Hourcade.
Esa jugada que proponía Miguel Fernández era imposible de plasmar porque no contaba ni con la personalidad jurídica, ni con el cien por cien del partido y mucho menos con las claves electorales para cargar los candidatos. Fue una mentira, dicen algunos, para ganar tiempo. Y envalentonados los intendentes, y poco conocedores del reglamento y de carta orgánica, empezaban a soñar con la lista 3.
Claro, en esa semana en la que dejó soñando a los intendentes, Miguel Fernández sellaba el acuerdo con Elisa Carrió. Y ahí, sabiendo los jefes comunales que iban a ser furgones de cola de la Coalición Cívica, decidieron no militar la boleta de nadie.
Con todo, el jueves que próximo se viene otro Zoom para ver qué les depara el futuro, pero mucho no pueden hacer porque el 30 de octubre vencen los mandatos, tanto de Pablo Domenichini y de Miguel Fernández. Entonces, consideran algunos que “se está discutiendo la nada misma”. Pero como se dijo, ni campaña, ni recorrida, ni acompañamiento, ni nada están haciendo ni van a hacer los intendentes.
Así las cosas, hoy la UCR bonaerense está toda rota, pero como bien se sabe, siempre resurge de las cenizas y confían esta vez que no será la excepción.