

El ministro de gobierno de la provincia de Buenos Aires Carlos Bianco, adulador al extremo del gobernador Axel Kicillof volvió a encender el fuego de la interna peronista que parecía que había entrado en una meseta en post de la unidad.
En un acto en la costa atlántica, el lisonjero funcionario lanzó críticas a La Cámpora y generó nuevas rispideces en el espectro kirchnerista que no tardó en reaccionar a los agravios.
Ahora, desde el Frente Renovador salieron a ponerle paños fríos a la cuestión, pero lanzaron una dura advertencia buscando la unidad exponiendo que “la gente la está pasando muy mal como para tener que escuchar discusiones de aquellos que queremos representar”.
El que tomó la posta renovadora fue el intendente de San Fernando Juan Andreotti, quien en declaraciones periodísticas lanzó que “hay que discutir, no veo otro camino que no sea la unidad y desde nuestro lugar vamos a trabajar para eso” aunque remarcó que la discusión se debe dar “a puertas cerradas”.
Claro, “Carli”, dicen, en su afán de ser “más papista que el Papa”, apuntó contra “la Orga” y causó revuelo, y tanto es así que en la reunión del domingo a la noche en casa de Gobierno más de uno le reprochó en pleno rostro las palabras vertidas.
Así las cosas, desde el massismo buscan ponerle un freno a la discusión interna y pases de facturas entre el kirchnerismo y kicillofismo pensando en que el debate es cómo se representa a una sociedad que no transita por el mejor momento.