sábado 28 de junio de 2025 - Edición Nº2397

Actualidad PN | 28 jun.

Por Germán Oural

El sueño de un peronismo sin Cristina que une a Kicillof y a Milei

⮚ “El soviético suma con dificultad. No puede sumar ni con un ábaco… Es más, tiene dificultades para hacer un cero con un vaso. Nunca se le pasó por la cabeza a este pelotudo bajar el gasto público… nunca”.


Por: Por Germán Oural

Estas frases, que en otro país sonarían como los gritos de un borracho en un bar de mala muerte, fueron pronunciadas por el presidente Javier Milei ante un auditorio colmado durante el lanzamiento de la campaña libertaria bonaerense. En Argentina, ya nadie se sorprende. Los improperios presidenciales se han vuelto rutina. Pero detrás de cada exabrupto hay una estrategia: erigir como enemigo a Axel Kicillof, en detrimento del mandato natural de Cristina Kirchner.

Desde el fallo de la Corte que confirmó la condena a la expresidenta, su figura volvió a ocupar el centro de la agenda peronista, reactivando la mística militante del kirchnerismo. En paralelo, la imagen de Kicillof comenzó a diluirse. Cada insulto que le dirige Milei no parece buscar tanto debilitarlo como revivirlo.

Es en este contexto que Máximo Kirchner presidió una reunión en la sede del PJ nacional dando el primer paso hacia el cierre de alianzas previsto para el 9 de julio. “Va a terminar todo bien. No hay una sola reunión. Hay varias, y todas van en el mismo sentido: cerrar un acuerdo para ir todos juntos”, declaró un dirigente a la salida. Pero el verdadero desafío sigue siendo el “cómo”.

El gobernador bonaerense viene anunciando desde la semana pasada una reunión política, como si eso le otorgara mayor poder de negociación en la definición de listas y cargos. Sin embargo, tanto en el Frente Renovador como en La Cámpora ven con recelo el tono de sus declaraciones a la prensa, donde planteó su intención de “convocar una mesa para empezar a hablar de una lista conjunta, sin vetos a candidaturas”. En la puerta del PJ, algunos dirigentes advertían que el armado político del gobernador carece de volumen: “Su gabinete entra en un Clio y nos viene a correr como si tuviera un TC2000”, ironizaba un dirigente bonaerense. “Están más preocupados por dividir en el futuro que por lograr unidad en el presente”, sentenció con sarcasmo.

Los intendentes, por su parte, también enfrentan sus propios límites: ¿con qué fuerza pueden oponerse a listas bendecidas directamente por Cristina? Muchos están más ocupados tapando pintadas con las siglas “CFK” que frenando el avance libertario en sus distritos. La disputa interna del peronismo no se da solo en las mesas políticas: también se juega en las paredes.

Los insultos de Milei durante el acto en La Plata llamaron la atención de varios dirigentes. Desde el inicio del gobierno libertario, la provincia nunca confrontó abiertamente con el presidente. A pesar de los recortes generalizados a las provincias, los fondos coparticipables fluyeron con más naturalidad que en épocas de conflicto abierto, como durante el mandato de Scioli. Algunos no olvidan el intento de armar una lista interna encabezada por el gobernador riojano Ricardo Quintela, con el objetivo explícito de debilitar a CFK. En Buenos Aires, esa iniciativa llevó la firma de Andrés “Cuervo” Larroque, actual ministro de Desarrollo de la Comunidad, quien habría comenzado a juntar avales para competir internamente con el kirchnerismo. Aunque los medios cercanos al gobernador salieron rápidamente a desmentirlo, el gesto quedó. Y el daño, también.

Desde entonces, los cruces entre Nación y Provincia se limitaron a chicanas suaves en redes sociales. Sin embargo, por lo bajo, los intendentes cercanos a Kicillof comenzaron a reunirse con Sebastián Pareja, principal armador libertario en la provincia. El objetivo: garantizar una convivencia territorial pacífica, casi un pacto de no agresión.

 

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