Por: Fernando Alarcón

Mientras el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, representante del PRO y La Libertad Avanza al mismo tiempo, se dedica a cazar personas en situación de calle y a quitarle el caño de escape a las motos, se desploma el sector fabril del distrito y la desocupación se incrementa.

En diálogo con PROVINCIA NOTICIAS, Giuliano Falconnat, consultor en puertos y pesca y concejero directivo de la Universidad Tecnológica Nacional Mar del Plata, aseguró que, durante el último año, en Mar del Plata han bajado las persianas 9 fábricas que se dedicaban al reproceso de parte del recurso que se descarga en Puerto”.

Este cierre fabril representa una pérdida de unos 400 puestos de trabajo, a razón de 30/40 empleados promedio en cada una de ellas y esto genera dos problemas; por un lado, son empleos difíciles de reemplazar debido a la especifidad de los oficios (peón, fileteros, despinadoras, envasadoras, etc) y por otro, una fuerte caída en el consumo en barrios aledaños a la zona portuaria.

En ese marco, Falconnat explicó que “para poder reabrir estas fábricas es fundamental que el sector recupere competitividad, la cual se vio afectada por la caída de precios en el mercado internacional, el atraso cambiario y la fuerte presión impositiva que el Gobierno le imprimió a la Pesca”.

También remarcó el académico que “la primera medida para lograr esto consiste en suprimir las retenciones (van del 1 al 9% según especie y grado de valor agregado), que debe acompañarse de una disminución del Derecho Único de Extracción, que es la primera tasa que abona la flota para hacerse del recurso y combinarse con subsidios al combustible para que salir a pescar sea más barato. Si no se toma alguna de estas medidas, al caer el negocio de exportación que es el principal objetivo de la actividad, se pescara cada día menos y por ende la demanda de reproceso en fábricas terrestres seguirá cayendo”.

En cuanto a poder continuar sin que la situación empeore, es menester que se revisen las categorizaciones laborales, para darle versatilidad a las tareas que cada operario puede realizar dentro de la fábrica. “Para ponerlo en claro, algunos mercados y productos que hasta hace poco eran rentables hoy no lo son, lo cual sumado a una macroeconomía inestable genera que la empresa deba reinventarse constantemente, pero se hace difícil cuando la relación empresario/gremio es tensa y rígida a la hora de las tareas que cada trabajador acepta realizar según el convenio laboral que lo engloba” señaló Falconnat.

Por último, Giuliano Falconnat, consultor en puertos y pesca y concejero directivo de la Universidad Tecnológica Nacional Mar del Plata, afirmó que “estamos atravesando un presente desolador como matriz productiva, pero no perdemos las esperanzas y apelamos a la resiliencia que caracteriza a todos los actores de la cadena Pesquera en la Argentina”. Y cerró: “Para salir a flote no alcanza con reunirse con las autoridades, que dicho sea de paso han demostrado nulo conocimiento y poca voluntad al respecto, sino que es primordial la unidad entre las diferentes cámaras empresariales, los sindicatos y los profesionales que nos dedicamos a la actividad”.