Por: Martina Vivas

El martes pasado hubo reunión en el comité provincia donde plantearon que en los 135 municipios se comience a intensificar la idea de ir a la batalla electoral con la histórica lista 3.

Según pudo saber PROVINCIA NOTICIAS, el cónclave que duró hasta pasadas las 3 de la madrugada, “fue bueno”. Estuvieron presentes representantes de las 8 secciones electorales y entre análisis de la actualidad, hubo propuestas para el futuro y autocríticas. Una de ellas fue que por estos días el radicalismo bonaerense (y el nacional también), no tiene una estrategia ni táctica para enfrentar las elecciones que se vienen.

En el radicalismo que tiene a Miguel Fernández como supuesto titular, porque todo el espectro político provincial sabe que el mandamás correligionario de la provincia sigue siendo el senador nacional Maximiliano Abad, están en el momento de observación de conformación de frentes mientras que en Evolución afinan por lo bajo volver a retomar las charlas con los Manes.

Los popes de Unidad Radical se reunieron con sus pares de La Libertad Avanza hace unos días. En ese mitin no hubo acuerdo, pero se mostraron algunas cartas. Saben los radicales que la situación es difícil, que están a disposición suyos el GEN, la Coalición Cívica y el sector de Emilio Monzó, pero la chance de LLA entró en el radar con algunos reparos. “Si el PRO nos daba poco, imagínate los libertarios. Vamos a tener que mostrar los pocos dientes que nos quedan”, dijo un dirigente boina blanca a este portal.

Como se dijo, ya se empezó a discutir en los comités ir con la clásica lista 3, y en varios lugares la idea de ir con La Libertad Avanza no es bien vista. Por supuesto, también está desechada sumarse al peronismo, a pesar de los videos que envía el equipo de comunicación de Axel Kicillof al grupo de intendentes radicales.

Entonces, la única que está quedando es la tercera vía. O sea, un frente que no sea ni libertarios ni amarillos. Está claro que los comicios se van a polarizar, y la UCR sabe que no tendrá una gran elección. Va a conservar sus distritos y algunos más donde el electorado los apoya, pero hasta ahí. Los más realistas sostienen que se perderán varios legisladores, y con eso ingresos más que importantes, pero también están los que se recuestan en la historia propia y remarcar que ninguno de los dos extremos que pugnan por el poder los representa.

Con todo, en el debate partidario del martes pasado varios le explicaron al que se manifestó como ganador pero que más tarde terminó compartiendo el mandato que “¿para qué vamos a discutir con los afiliados sobre un acuerdo sí o un acuerdo no con Milei, si ni siquiera tenemos contacto con ellos?”.

Contaron dirigentes e intendentes que la militancia en realidad no quiere ir con los libertarios. Exponen como ejemplo lo que sucede en un distrito propio, donde el 25 por ciento del electorado es afiliado radical, la militancia en el plano local va a votar la lista 3, pero a nivel seccional o nacional elige a La Libertad Avanza. Afirmaron que hay un sentimiento antiperonista muy profundo. Entonces, están en la disyuntiva donde por un lado se evalúa hacer un acuerdo con los libertarios, y si eso ocurriese se llevan los reproches de los dirigentes de Evolución, de parte de la militancia y de algunos referentes de gestión, pero lo paradójico, es que aseguran que el 80% de los votantes radicales, si van solos, no los van a votar, porque creen que es un voto perdido, y hoy el ánimo que hay en la sociedad es terminar con los kirchneristas.

Pero como si ese debate no fuese el único, también tienen el otro, el de los municipios compartidos, donde el que gobierna es el PRO con participación radical, y el radical que tiene gente del PRO en su equipo de gobierno,

El peronismo tiene su estrategia, los libertarios con el PRO tienen la suya, y los radicales aún nada. O sea, y lo peor que se puede hacer en política es no hacer nada. Por eso fue que el martes, ya miércoles, bajaron línea y enviaron el mandato de armar la lista 3 en todos los distritos sabiendo que para sentarse a negociar se puede pechear con la historia, ya que para bajar lista hay tiempo.