

Horas decisivas y de incertidumbre se vive en la política argentina a raíz de la posibilidad que la Corte Suprema de Justicia de la nación falle en contra de la ex dos veces presidenta y la condene a prisión por supuesta corrupción.
En ese marco, desde el radicalismo bonaerense manifestaron que “el descreimiento social y la desconfianza en el sistema judicial provocan situaciones como las que vivimos en estos días. Los procesos se viven como un River-boca, se banalizan”.
El jefe de la bancada de la UCR en Diputados, Diego Garciarena, sostuvo que “no importa la justicia de la resolución, ni la prueba, ni la imparcialidad, ni los argumentos. Importa si el imputado es alguien que no quiero o no me gusta o que quiero y me gusta”.
Asimismo, planteó que “en un caso deseo que lo condenen y en el otro que lo absuelvan. No es racional, es pasional. Se habla y se opina de causas judiciales sin conocer las actuaciones”.
Agregó además que “lo paradójico es que siempre son los mismos jueces que, cuando fallan como me gusta son juristas y cuando fallan como no me gusta son corruptos”.
El marplatense jefe de la bancada correligionaria en la cámara baja provincial manifestó también que “hay descrédito en la política, no es una novedad. Pero también lo hay en el Poder Judicial y eso nos coloca en un complejo lugar. La desconfianza en la justicia nos puede llevar a la violencia y de ahí es muy difícil volver. Los argentinos ya lo sabemos”, indicó.
Por último, Diego Garciarena señaló: “Discutir, debatir y resolver sobre el modelo y la calidad institucional es una responsabilidad urgente. Hagámoslo antes que sea tarde”.