

Que en la política argentina, principalmente en la provincia de Buenos Aires pareciera que vale todo, es sabido. Desde noticias falsas, con denuncias incluidas, hasta declaraciones subidas de tono, entran en la normalidad y el “siga siga” de Lamolina encaja a la perfección.
Pero ¿todo vale? La respuesta sensata sería que no, pero en Avellaneda, ese registro de frenar en las curvas no estaría funcionando. Es que el referente del PRO en ese distrito, Lucas Yacob, que fuera candidato a intendente, denunció que la gestión del intendente ahora ultra kicillofista echó a su hijo del jardín maternal municipal al que concurre.
En su denuncia, Yacob expresó que “la secretaria de Educación de Jorge Ferraresi, Claudia Colaso, me llama en esta etapa del año para decirme que a partir del jueves no dejarán entrar a mi hijo de 2 años al jardín maternal municipal al que asiste desde 2023 porque hay una reorganización y ese jardín no le correspondería”.
Sospechando de la noticia, Yacub contó que “solo la `reorganización` sería con Fausti (su hijo). Son de cuarta e intolerables a la crítica, es la primera vez que escucho que se metan con un nene de 2 años que tiene sus amigos en la sala desde bebés por una cuestión política”. Y agregó: “Después se hacen los defensores de la educación pública”.
En ese tren de cuestionamientos e incertidumbre por el futuro de la educación de su hijo, el actual pro secretario legislativo de la cámara de Diputados de la provincia explicó que “por eso, les comparto la carta documento que le envié hoy al intendente y a la secretaria de Educación”. Y cerró: “Por lo visto, no tienen escrúpulos, pero por lo menos que den la cara”.