

Nota de Opinión
El debate sobre la continuidad de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la provincia de Buenos Aires ha ganado protagonismo en la Legislatura bonaerense. Más allá de ser una cuestión técnica o electoral, la posibilidad de suspender este mecanismo plantea interrogantes sobre su impacto en la representatividad, la competencia interna de los partidos y la estabilidad política de la provincia.
En un contexto económico crítico, la discusión se centra en si la provincia debe sostener un proceso electoral que, en la práctica, ha perdido parte de su razón de ser. Desde el PRO sostenemos que su suspensión no solo es legalmente viable, sino también una medida necesaria para optimizar el sistema electoral y administrar con responsabilidad los recursos públicos en un contexto económico crítico.
Desde su creación en 2009, las PASO han sido presentadas como un instrumento para democratizar la selección de candidatos dentro de los partidos. Sin embargo, la realidad ha demostrado que, en la mayoría de los casos, este sistema se ha convertido en un trámite burocrático sin competencia real, con listas únicas en la mayoría de las fuerzas políticas.
En el caso bonaerense, el régimen electoral está regulado por la Ley 14.086, que inició las PASO como mecanismo de selección de candidatos, pero sin consagrarlas como un requisito constitucional inalterable. La Constitución Nacional, a través de sus artículos 5 y 123, otorga a las provincias la facultad de regular sus propios procesos electorales, lo que significa que la Legislatura bonaerense tiene la potestad de suspender o modificar este según las necesidades políticas y económicas del distrito.
La práctica demuestra que, en numerosas oportunidades, han sido utilizadas como una estrategia de posicionamiento político más que como un mecanismo de competencia real.
En lugar de garantizar una mayor transparencia, el sistema ha sido instrumentalizado para influir en el escenario electoral antes de las elecciones generales.
Esta no es una discusión exclusiva de la provincia de Buenos Aires. A nivel nacional, la suspensión de las PASO respondió a la necesidad de revisar su impacto en la democracia y en la administración de los recursos públicos.
No se trata de una eliminación definitiva, sino de una adecuación excepcional ante una elección que, en los hechos, no genera una verdadera competencia interna y requiere una gestión más eficiente del proceso electoral.
El factor económico: una administración responsable de los recursos
Organizar una elección primaria implica destinar una enorme cantidad de recursos en logística, impresión de boletas, seguridad electoral y operativos de votación. En un contexto donde la provincia enfrenta desafíos urgentes en materia de salud, educación y seguridad, resulta injustificable sostener un gasto que no aporta un beneficio tangible a la calidad democrática y que no cumple su función original de fomentar la competencia interna.
Además, la provincia de Buenos Aires enfrenta una situación fiscal compleja. En este contexto, administrar con eficiencia los recursos públicos es una prioridad, y la suspensión de las PASO se alinea con este principio.
Priorizar el bienestar de los ciudadanos y el uso eficiente del presupuesto es una responsabilidad de la dirección política, y la suspensión de las PASO es una medida coherente con ese objetivo.
Un llamado a la madurez política y al consenso
Desde el PRO bonaerense, hacemos un llamado a todas las fuerzas políticas a debatir esta medida con responsabilidad y sin especulaciones partidarias. La decisión de suspender las PASO no responde a intereses sectoriales, sino a la necesidad de garantizar un sistema electoral eficiente, transparente y sostenible.
La provincia de Buenos Aires debe avanzar hacia un modelo electoral que refleje las necesidades reales de sus ciudadanos y que esté alineado con la coyuntura económica actual. No se trata de debilitar la democracia, sino de fortalecerla a través de reglas claras, racionales y ajustadas a la realidad del país.
El debate sigue abierto, pero la prioridad debe ser clara: un sistema electoral que funcione en beneficio de los bonaerenses, con elecciones competitivas y sin gastos innecesarios.
La suspensión de las PASO en Buenos Aires no es solo una cuestión electoral, sino una medida que busca equilibrar la eficiencia, la participación ciudadana y la estabilidad política. Desde el PRO, sostenemos que esta decisión representa una oportunidad para optimizar recursos públicos, evitar gastos innecesarios y garantizar un proceso electoral más ordenado y transparente.
En un contexto donde las PASO han perdido su función original y donde las urgencias económicas exigen responsabilidad en la administración del presupuesto, esta adecuación excepcional se presenta como una solución racional. La prioridad debe ser fortalecer la democracia con reglas claras y sostenibles, promoviendo elecciones competitivas sin imponer costos injustificados a los bonaerenses.
Es momento de gobernar con responsabilidad, priorizando una administración austera y alineada con las verdaderas necesidades de los bonaerenses. No podemos sostener estructuras costosas mientras la provincia enfrenta urgencias que requieren respuestas concretas. La política debe estar al servicio de la gente, con reglas claras y prioridades bien definidas.
Christian Gribaudo es senador provincial bonaerense. Presidente del Bloque PRO - Diario Clarín