

Luego de apuntar sus cañones contra los intendentes por el aumento de las tasas municipales y su inclusión en las boletas de servicios domiciliarios, ahora la Secretaría de Industria y Comercio, que depende directamente del ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, señaló otro blanco: el Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro).
Bajo la bandera de la “libre elección”, la Secretaría instó al gobierno de la provincia de Buenos Aires, encabezado por Axel Kicillof, a eliminar la exclusividad del banco oficial para el cobro de los sueldos de los empleados estatales.
“La medida busca mejorar las condiciones para municipios y empleados, fomentando la libre elección bancaria y la competencia”, es la justificación oficial, pero no se trata de que cada empleado pueda optar por el banco de su preferencia para percibir sus haberes, sino de que los municipios puedan “licitar el servicio y elegir la entidad bancaria que ofrezca mejores condiciones”.
La actual regulación “limita la competencia al desincentivar la libre elección y favorece de manera indebida a una entidad en detrimento de otros actores del sistema financiero, tanto públicos como privados”, al impedir a otros bancos entrar en el negocio, argumenta la Secretaría.