Actualidad PN | 15 nov 2024
Entrevista
Para el titular del OCEBA, la ofensiva del gobierno contra las cooperativas eléctricas puede generar “una catástrofe”
En diálogo con PROVINCIA NOTICIAS, Diego Rozengardt dijo que si se elimina el fondo compensador muchas de las 200 prestadoras del interior bonaerense “se fundirán” y que los pueblos podrían quedarse sin servicio eléctrico.
Por: Sebastián Lalaurette
El presidente del Organismo de Control de Energía Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires (OCEBA), Diego Rozengardt, dijo que si el gobierno nacional logra dar de baja el fondo compensador que mantiene en pie a las pequeñas cooperativas eléctricas de todo el país (entre ellas las 200 que funcionan en la provincia), muchas de ellas se fundirán y los pueblos podrían quedarse sin servicio eléctrico.
En diálogo con PROVINCIA NOTICIAS, Rozengardt se refirió a la ofensiva de la Secretaría de Comercio de la Nación contra el Fondo Provincial de Compensaciones Tarifarias, creado para equilibrar el precio de la energía que pagan los usuarios en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, ya que los costos de la generación y distribución tienen grandes variaciones de uno a otro lugar.
El titular del OCEBA dijo que el argumento esgrimido por la dependencia nacional es errado porque ese fondo, creado por ley provincial, no es un “concepto ajeno” al servicio eléctrico, de la misma manera que la inclusión de la tasa municipal por el alumbrado público forma parte del mismo servicio.
Pero dijo que, si de todas maneras el gobierno nacional tuviera éxito en su ofensiva, sería “una catástrofe”, porque muchas pequeñas cooperativas se verían obligadas a cerrar sus puertas y a menos que las grandes empresas decidieran prestar el servicio en esos pueblos, ya no se podría suministrar la electricidad.
“Esto puede producir una gran concentración si las grandes empresas vienen a reemplazar a las cooperativas. Pero las cooperativas existen porque las grandes empresas nunca estuvieron interesadas, porque no les da rentabilidad. Entonces podría dejar de prestarse el servicio en muchos pueblos. Podría haber migraciones internas, de gente que se iría a las grandes ciudades”, dijo Rozengardt a este portal. Algo no muy diferente de los efectos que produjo en muchos pueblos el levantamiento de ramales ferroviarios.