El fallo de Casación que confirmó la condena a prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos para la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner generó, naturalmente, un cúmulo de reacciones en la provincia de Buenos Aires, tanto de rechazo como de adhesión.

Además de los análisis de la vicegobernadora Verónica Magario y de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, se hicieron oír las voces de legisladores y jefes comunales de uno y otro lado de la grieta política sobre la decisión judicial que, en verdad, ya se había anunciado hacía tiempo, y viene a ratificar lo que se preveía de parte del tribunal de alzada.

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, dijo que el fallo se dio al cabo de “un juicio armado por el Partido Judicial sin una sola prueba” y que fue “una condena escrita de antemano y anunciada con antelación por el periodismo cómplice”.

“La farsa jurídica en la llamada causa Vialidad entristece pero no sorprende, es la misma metodología utilizada en Brasil y en otros países. Lawfare de manual para disciplinar y proscribir a los dirigentes populares que garantizaron derechos y bienestar a sus pueblos”, manifestó Kicillof.

Por su parte, la ministra provincial de Hábitat, Silvina Batakis, dijo que “está claro que no es corrupción lo que han juzgado” y que el fallo “es gravísimo, por lo previsible y mentiroso, por las manipulaciones que existen en la causa” y “por intentar frenar” a Cristina Fernández de Kirchner.

El titular de la cartera de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, dijo que hay “persecución política disfrazada de ‘justicia’” y que se trata de “un método sistemático de disciplinamiento que además, en nuestro país, sigue la tradición proscriptiva del antiperonismo más autoritario”.

En cambio, el senador provincial Alex Campbell (PRO) consideró que la decisión del tribunal es “un paso importantísimo para asegurarles a todos los argentinos un gran futuro”.

“Estamos en el camino correcto. No es persecución, es JUSTICIA”, expresó Cambpell, haciéndose eco de una consigna difundida por el PRO a nivel nacional.

Por su parte, la diputada provincial de la Coalición Cívica Maricel Etchecoin recordó que la denuncia que disparó la causa fue presentada hace 16 años por la fundadora de ese partido, Elisa Carrió, a quien le agradeció por su “valentía y lucha incansable contra la corrupción”.

Los intendentes también reaccionaron ante la confirmación de la condena. Desde el peronismo se expresó repudio al tribunal y apoyo a CFK. Uno de los más elocuentes en este sentido fue Pablo Zurro de Pehuajó, quien dedicó varios párrafos al tema, tomando la expesión de la propia expresidenta para acusar a “los copitos de Comodoro Py” por cumplir “la orden impartida por el Grupo Clarín” y ratificar la sentencia.

“Vos y Néstor nos cambiaron la vida, por eso te atacan y te persiguen, estuve, estoy y estaré siempre con vos”, escribió Zurro dirigiéndose a la exmandataria. “¡Ni muerta, ni presa!”

Jorge Ferraresi, alcalde de Avellaneda, consideró que con el fallo “se cumplió el verdadero objetivo de esta causa armada: proscribir” a la expresidenta.

“Durante años no encontraron una sola prueba en contra de Cristina, sin embargo ratifican su ataque usando la misma fórmula de persecución judicial que sufrió el peronismo en toda su historia”, enfatizó Ferraresi.

Andrés Watson, que gobierna en Florencio Varela, expresó su solidaridad con Cristina y manifestó que “el Partido Judicial presentó una condena escrita de antemano que además se anticpó por el periodismo cómplice”, haciéndose eco de las palabras de Kicillof.

Su par de Berisso, Fabián Cagliardi, consideró que “la causa Vialidad no es más que una farsa jurídica, orquestada por el Partido Judicial y respaldada por los grandes medios de comunicación”.

El también peronista Federico Susbielles, intendente de Bahía Blanca, dijo que el “proscriptivo” fallo de la Cámara confirma “la consagración de la vulneración del debido proceso, la violación del principio de culpabilidad y del derecho penal de acto”.

Pero los jefes comunales de otros partidos no compartieron el repudio. Por ejemplo, la intendenta proísta de Vicente López, Soledad Martínez, tuiteó simplemente: “¡Aplausos de pie!”.