Por: Sebastián Lalaurette

El intendente de Laprida, Alfredo Fisher, dijo que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, “debería tener el respaldo de todos los que dicen militar” en el peronismo pero en realidad “está teniendo el respaldo de algunos y está teniendo que aguantarse los toscazos de otros”.

Para seguir con su gráfica comparación, y en diálogo con PROVINCIA NOTICIAS, Fisher advirtió: “A todos los que hayan tirado una tosca les digo que pueden llevar cualquier idea adelante sin necesidad de tirarle toscazos al gobernador de la provincia de Buenos Aires, porque no es positivo para ninguno de los que defendemos los derechos de los más humildes y que tenemos la responsabilidad de poner por delante a los trabajadores antes que el capital”.

El jefe comunal se refirió así a la interna que atraviesa el peronismo, y enfatizó que él se ubica “expresamente del lado de Axel Kicillof” porque “es la figura del peronismo que más brilla en el contexto político nacional y es el dirigente que sí tiene posibilidades de futuro”.

“Yo, que soy un humilde intendente del interior bonaerense, tengo que hacer todo lo posible para respaldarlo, tengo que fortalecerlo y voy a hacer todo lo que tenga que hacer como militante” para lograr ese objetivo.

Laprida y la “batalla cultural”

En diálogo con este portal, Fisher hizo un repaso de los desafíos que enfrenta en su gestión en el contexto de crisis económica y social y, a diferencia de muchos otros jefes comunales, dijo que a pesar de esa crisis, la gente no está presionando tanto sobre el municipio con sus demandas, algo que atribuyó a la penetración del discurso del presidente de la Nación, Javier Milei.

“Milei hace referencia a que hay una ‘batalla cultural’ y creo que en algunos sectores de la población eso ha impactado”, explicó el alcalde. “Hay mucha gente que dice: Bueno, entiendo, no hay plata. Nos pasa cotidianamente.”

“Lo que siento es una relación novedosa entre el Estado municipal y los sectores que eran los demandantes de nuestra asistencia y que no son tan beligerantes como pasaba en otros momentos. Yo siento que hay una corriente de influencia que emana de la potencia de lo que dice y hace el presidente de la Nación. Esto es muy negativo. Yo estoy luchando todos los días para que esto no siga así”, manifestó Fisher.