Por: Claudio Gómez

El pasado martes, invitado por la Federación Universitaria de La Plata (FULP), el gobernador Axel Kicillof participó del "Encuentro por la Universidad Pública". En ese marco, el mandamás bonaerense aprovechó para pararse en la vereda de enfrente de Javier Milei y destacó la importancia de la universidad pública, gratuita y de calidad.

Empero, con el correr de las horas, y dejando el discurso de lado, del que todos están de acuerdo, se generó una polémica más entre el kirchnerismo y el kcillofismo.

En los pasillos de la gobernación provincial corre el rumor que el equipo más cercano al gobernador no cursó invitación a la agrupación kirchnerista Rodolfo Walsh, más conocida como “La Walsh”, que conduce el centro de estudiantes de la facultad de Periodismo de La Plata.

Esta prohibición, dicen, se debe al cruce que se viene desarrollando entre los alfiles del mandatario provincial y el bando que respalda a Máximo Kirchner. Entre "hay que componer una canción nueva" y “te presto la mía”, el kirchnerismo y el kicillofismo ahora se disputan el poder de Cristina Kirchner, que se lanzó para presidir el PJ nacional, situación del cual hasta ahora Kicillof no se pronunció.

Desde “La Walsh” fueron concisos pero directos: “si Axel se alinea con Cristina lo seguimos a muerte, lo bancamos, le hacemos la fiesta, el desayuno y la cena, pero se tiene que alinear”. Claro, la no presencia de la agrupación K fue de lo más destacado del encuentro con la FULP. La falta de agite, con las banderas, bengalas y los bombos se sintieron ante la pasividad del resto de las organizaciones que participaron.

“Ustedes no nos matan, nosotros decidimos morir” explican las “Orgas” ante el fragor de la discusión política, sobre quién decide sobre quién, y ante la demonización que se hizo de La Cámpora en el plano netamente político, y de La Wash, en el ámbito también político pero estudiantil, en el marco del armado electoral para el año que viene.

Por supuesto, nadie en el espectro kirchnerista no saca los pies del plato. Ni siquiera las organizaciones estudiantiles. Por eso es que sin invitación, “La Walsh” no se sumó a la movida de Axel Kicillof en la movida con estudiantes universitarios.

“El pecado no era hablar, sino caer” rememoran en las “Orgas” ante la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo donde Cristina Fernández sea la que conduzca los destinos del peronismo que le coloque un freno a las políticas de Javier Mieli.

Así las cosas, “La Walsh es de Cristina” lanzan desde periodismo de la UNLP y advierten que  “la traición de un líder (en este caso Axel Kicillof) es más difícil de superar que la oposición de un enemigo abierto”.