Por: Fernando Alarcon

Ayer por la tarde el Congreso sancionó el polémico proyecto de Boleta única de Papel y de esta manera se espera que en las elecciones legislativas del año que viene se desarrolle con el nuevo instrumento de votación.

Con todo, en el peronismo de la provincia de Buenos Aires comenzaron los debates internos sobre qué se debe hacer; si plegarse a la nación, es decir, adherirse a la BUP, apoyar a iniciativa de Agustín Forchieri, Diego Garciarena y Maricel Etchecoin, o directamente no adherir y votar con el sistema actual. Esta última opción es la que se maneja en el peronismo que gobierna la provincia.

Como se dijo, las elecciones en la provincia, con la aprobación de BUP, ya están desdobladas “de hecho”. Que se modifique o no la ley electoral en la PBA, que se haga el mismo día o no, es indistinto ahora. Tanto es así que sería un desacierto hacerla en días diferentes porque ya está el desdoblamiento de todas maneras, y si la hace en días disímiles, el gobierno de la provincia tendría que hacerse cargo de abrir las escuelas, de los operativos, de la seguridad. “Un gasto innecesario”, sostienen.

Pero por qué las elecciones están desdobladas “de hecho”., Porque por un lado, se tendría, el caso de la PBA, los candidatos a diputados nacionales en la Boleta única de Papel. Y por el otro, los aspirantes seccionales más concejales y consejeros escolares, en la boleta histórica. Con esto, se desprende también que habrá dos urnas.

Para varios dirigentes, esta contingencia de desdoblamiento “de hecho”, es una posibilidad de recolectar votos sin la figura nacional. Entonces, esta votación partida, mostraría que se terminaron los jefes sin territorio, es decir, ya no sería importante quién tenga la famosa lapicera.

Con esto, la dirigencia política histórica tendría que cambiar el chip ya que se acabarían las franquicias, porque para ganar las concejalías y legisladores, ahora se tendría que colocar en las listas, gente representativa y con votos, porque la nómina ahora se va a traccionar desde los concejales para arriba, para la sección, es decir, ya no hay más arrastre, por lo que sería lo mismo que a diputados nacionales se postulen Sergio Massa o Cristina Kirchner, Karina Mieli o Mauricio Macri.

En tanto, las listas de legisladores para la próxima elección también pasarían por un tamiz de depuración, y se convertirá en una jugada difícil para poner en las nóminas al empleado, al hijo, al sobrino o a la novia. Se tendría que recurrir a gente que tenga votos, y de esta manera, se volvería a respetar el territorio con la representación local.

Así las cosas, en la mesa política del gobernador por un lado, del kirchnerismo por otro, y del massismo un tanto más allá, están evaluando qué hacer, si plegarse a la BUP, o seguir por la misma senda electoral y que el efecto arrastre de Javier Milei quede truncado por el desdoblamiento “de hecho” que produjo el propio Congreso nacional.