Por: Sebastián Lalaurette

La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el intendente de Lanús, Julián Álvarez, se reunieron esta tarde con el gobernador bonarense, Axel Kicillof, para llevarle un reclamo económico que esconde el trasfondo de una puja política: quieren una compensación por los daños que, dicen, les genera la operación del puerto de Dock Sud, instalado en el distrito vecino de Avellaneda, donde gobierna Jorge Ferraresi, peronista como ellos, pero aliado del gobernador.

Ambos alcaldes vienen reclamando ser compensados porque, según afirman, la circulación intensa de camiones que llevan y traen mercadería hacia la terminal portuaria ocasiona daños en las calles y avenidas de sus municipios. Y no reciben ninguna contraprestación, a diferencia de Avellaneda, que sí recibe ingresos por las tasas municipales que les cobra cada mes a las empresas instaladas en la terminal.

Buscan equiparar entre ambos lo que obtiene Avellaneda, es decir, que por cada peso que entre en las arcas del municipio de Ferraresi, entre también uno en las de Lanús y uno en las de Quilmes.

Desde uno de los distritos confiaron a PROVINCIA NOTICIAS que "fue una buena reunión, larga, donde se pudo charlar sobre todo, y nos llevamos la voluntad del gobernador para poder solucionar el tema y que los vecinos y vecinas de Quilmes y Lanús tengan más recursos para poder solucionar los daños ocasionados por el tránsito pesado".

Lanús integra el consorcio de gestión del puerto de Dock Sud (la silla correspondiente la ocupa el propio intendente Álvarez). Desde el municipio argumentan que ocupar esa silla sólo implica obligaciones y no supone ningún beneficio. Tanto el intendente lanusense como el diputado peronista Nicolás Russo, oriundo de ese distrito, dijeron que en la actual situación los habitantes de Lanús son “ciudadanos de segunda”. 

Ayer, Ferraresi había mantenido una reunión con el gobernador, cuyo contenido no trascendió. Hoy fue el turno de los otros dos intendentes de la región para acudir a la Gobernación. Álvarez llegó a la Casa de Gobierno de calle 6 con una enorme carpeta en la que llevaba un informe elaborado por ambos: querían que Kicillof supiera exactamente cuánto los afecta la operación del puerto de Dock Sud, para sustentar con números su reclamo.

Pero la disputa no es sólo por dinero. De fondo está la interna al interior del peronismo provincial. Ferraresi mantiene un enfrentamiento con La Cámpora, la agrupación que lidera Máximo Kirchner, y del cual Mayra Mendoza y Julián Álvarez son figuras importantes. Hace dos meses, el avellanedense incursionó en Quilmes y Lanús con sendos actos políticos, en lo que se interpretó como un desafío al bloque camporista. La relación es tensa: en una reunión, Mendoza llegó a acusar a Ferraresi de “cagón”.

La pelea por los fondos puede intensificarse porque hay un proyecto de ampliar el puerto para generar mayor movimiento, lo cual implicaría mas actividad económica, más ingresos para Avellaneda y también, señalan los alcaldes, más disrupción en las calles y avenidas de sus distritos. Álvarez le envió hace pocos días una nota a la administradora del puerto, Carla Monrabal, para manifestarle su oposición a esa modificación.