domingo 6 de julio de 2025 - Edición Nº2405

Actualidad PN | 7 ago. 2024

Debate

Alberto – Fabiola: ¿Al final Mayra Mendoza tenía razón?

La denuncia de la ex primera dama no solo dejó expuesto al otrora presidente en la justicia sino que también en el seno del peronismo. La alcaldesa quilmeña lo había pronosticado.


Por: Martina Vivas

Fabiola Yañez, ex primera dama denunció desde España a su ex esposo y otrora presidente de la nación Alberto Fernández por “violencia física y mental”.

En ese marco, el episodio cayó como un baldazo de agua fría en cierta parte del peronismo pero no en otro, donde sospechaban de actitudes psicológicamente impulsivas del guitarrista amateur.

La intendenta de Quilmes Mayra Mendoza fue una de las que salió a poner de relieve que existían ciertas actitudes que pondrían al ex presidente en un lugar de victimario, y no por su contextura física y rasgos faciales, siendo eso para algunos una condición para ser golpeador o maltratador de mujeres, sino que por los modos de actuar con respecto a las mujeres.

Es cierto que Mayra Mendoza viene hablando de estos temas, de la cuestión del ejercicio de la violencia física y simbólica hace varios años, y concibe desde un tiempo considerable que estas situaciones son repudiables más en ámbitos de poder. Incluso ya en la época del 2020, cuando Alberto Fernández no aceptaba ser conducido políticamente por Cristina Fernández de Kirchner.

En ese momento, la alcaldesa quilmeña exponía que el otrora presidente no debía sentirse herido en su masculinidad por ser conducido por una mujer; y cuando la jefa comunal kirchnerista lo repitió por estas horas, intentó, dicen, expresar que las prácticas que desarrollaba Alberto Fernández podían llegar tranquilamente a desembocar en algún tipo de violencia y pararse en el lugar de víctima más tarde.

“Los medios argentinos decían que yo era un títere, y resulta que el títere es el único que termina enfrentado a Cristina” dijo Alberto Fernández en una clara demostración de masculinidad beligerante contra la ex dos veces presidenta.

Claro, se entiende que no se trata de una cuestión que por portar un gorro o tener bigotes uno se convierte en golpeador o maltratador de mujeres; son las actitudes sobre cómo se desenvuelve cada persona en ámbitos de decisiones, sabiendo que se puede ejercer una postura de poder contra otra persona.

Así las cosas, Alberto Fernández eligió al silencio como respuesta, y entonces surge la pregunta si finalmente Mayra Mendoza tenía razón.

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