El intendente de San Isidro, Ramón Lanús, no logra levantar cabeza en la gestión y los hechos así lo demuestran, abonando el resultado de las encuestas que lo dejaron liderando el podio de los Jefes Comunales del conurbano con peor imagen.

Una de las principales quejas de los vecinos es la inseguridad en el distrito, hartazgo que este fin de semana llegó a su máxima expresión con el barrendero municipal que a los escobazos evitó que a un vecino le robaran el auto en la puerta de su casa.

El hecho que se hizo viral ocurrió el sábado por la mañana en Villa Adelina, y se suma al caso que se registró la semana pasada, donde una banda de roba coches sustrajo un Ford Fiesta Rojo, que terminó interceptado en la localidad vecina de Vicente López, por la patrulla municipal local, que localizó el vehículo por medio del sistema de cámaras de seguridad.

La cuestión es que a siete meses de asumir la conducción de San Isidro, la gestión del intendente Lanús hace agua en varias áreas y puntualmente en la seguridad, tema que sostuvo como bandera de campaña.

De hecho, en abril se reunió con vecinos de Béccar que como tema central reclamaron por el aumento de los hechos delictivos en la zona, y Lanús no hizo más que quejarse por la herencia recibida y anticipar un mega inversión en seguridad que ante los reiterados acontecimientos registrados parece no haber llegado. “Vamos a invertir en el sistema seguridad de 5 a 8 millones de dólares”, prometió a los vecinos.

Además, cabe recordar que en los primeros días de junio los vecinos de La Cava se movilizaron por las calles de la zona para solicitarle al intendente PRO mileista mayor seguridad, en recordatorio a Vilma Romero, asesinada el 30 de mayo al quedar en medio de un enfrentamiento de bandas narcos delictivas que ocupan en el distrito.