Por: Martina Vivas

La inseguridad ya no es patrimonio exclusivo del conurbano bonaerense. La ciudades del interior provincial ya forman parte del triste y preocupante flagelo, y más aún cuando desde la gestión municipal se evade la responsabilidad.

Cómo se dijo, la ciudad de Villa Gesell, gobernada por el Kirchnerista Gustavo Barrera, está siendo arrasada por la inseguridad y ya se torna, dicen los vecinos, insoportable la vivencia en el municipio.

En las últimas horas una estudiante de guardavidas sufrió el robo no solo de sus pertenencias materiales sino que además una prótesis vital para su desarrollo social  cotidiano.

Resulta que los delincuentes sustrajeron un implante de oído de Celeste, la estudiante de guardavidas local, que registró el faltante luego de acomodar los destrozos que los malvivientes dejaron en su domicilio.

Las críticas hacia el intendente llegan como las olas a la playa. Son constantes y cada vez resuenan más en todo el distrito. Por supuesto, el primer cuestionamiento nace por la falta de atención a la gestión local y por la prioridad adoptada por el jefe comunal de propagandear la candidatura del gobernador Axel Kicillof a la presidencia de la nación en el 2027 en desmedro del pueblo gesellino.

La sociedad gesellina no solo reniega de la falta de seguridad sino que además de la nula respuesta en salud, transporte, inversiones y generación de puestos de trabajo. En ese marco, el intendente Gustavo Barrera está, dicen, más preocupado por la postulación del mandatario bonaerense que por los problemas del distrito que gobierna. 

Así las cosas, en Villa Gesell se perdió la tranquilidad y estabilidad, y sostienen varios que es momento de planear un cambio de raíz que no solo beneficie a los vecinos sino que además a los turistas.