Por: Fernando Alarcón

Sergio Massa cayó en el balotaje frente al outsider Javier Milei y de esta manera se le allana el camino al gobernador Axel Kicillof para convertirse en el principal referente y candidato a recuperar el poder nacional en el 2027.

Sabido era que con un triunfo de Massa, Kicillof debía dar una disputa interna para dirimir quién debía ser el candidato del peronismo en los próximos comicios nacionales. Claro, el tigrense con una buena gestión tenía la excusa para presentarse para una reelección y relegaba al mandatario bonaerense.

Ahora, con la caída de Massa la situación cambió por completo y coloca a Kicillof como el postulante natural del peronismo para la batalla que se viene. Por supuesto, el mandamás provincial no solo tendrá el acompañamiento de todos los intendentes sino que también por la vice presidenta Cristina Fernández, que tendrá la obligación de crear un puente entre Máximo Kirchner y el propio gobernador.

Mucho se hablará de por qué Axel Kicillof no fue el candidato a presidente. Y la respuesta es clara. No había un dirigente que capitalizara todo el poder para retener la gobernación. Creyeron en el espacio que con un amplio triunfo de AK en la PBA se le daría un espaldarazo a Sergio Massa. No ocurrió.

Por supuesto, la disputa que se viene será también por el Partido Justicialista. Hoy Máximo Kirchner lo lidera más con el nombre que con el acompañamiento del resto de la dirigencia. Los jefes comunales solo van a reportar a la Casa de Gobierno de la provincia, sitio donde está no solo el poder sino que además la caja. Entonces, con esos dos puntos, Axel Kicillof será el nuevo líder del peronismo.

En el plano amplio de todo el país no hay otro dirigente, incluidos gobernadores, con la convocatoria ni mucho menos con el poder territorial que Kicillof. Por eso, el bonaerense está siendo considerado como el número uno del partido justicialista para recuperar el poder nacional en el 2027.

Está claro que para muchos, en esta elección, el peronismo no elegía un presidente sino un jefe. Pero quedó claro que un jefe no puede imponerse por la fuerza, y a la luz de los hechos, el poder en la provincia lo sigue teniendo Cristina Fernández, y botón de muestra es el resultado conseguido por Sergio Massa.  

Así las cosas, Axel Kicillof salió como ganador tras la derrota de Sergio Massa y es la esperanza del peronismo para reconquistar el sillón de Rivadavia dentro de cuatro años.