

En las últimas horas el pre candidato a presidente de la nación, Horacio Rodríguez Larreta sumó a sus filas al diputado nacional radical, Facundo Manes, bajo la promesa de implementar mayor preponderancia a la ciencia con más tecnología.
Como se dijo, Manes se paseó por los canales de televisión pregonando su idea de terminar con el status quo de la política, donde los dirigentes históricos, según el famoso médico, quieren “perpetuarse en el poder”.
Sin embargo, Facundo Manes, terminó en el medio del poder y de los negociados que tanto criticó desde 2020 hasta el 31 de julio de este año. Claro, el 1 de agosto, el neurólogo se sumó a las filas de Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.
A Manes no lo quieren en el PRO por sus hirientes críticas hacia el líder, Mauricio Macri. También cuestionó a Santilli por no se bonaerense y presentarse como diputado nacional por el territorio en el 2021. Y como si todo eso no fuese suficiente, Manes también cuestionó al propio Horacio Rodríguez Larreta y su rechazo al leguaje inclusivo. “Eso es fulbito para la tribuna”, había dicho Manes.
Está claro que a Facundo Manes ya no lo quieren los principales popes del radicalismo. Ni Gerardo Morales ni Martín Lousteau. Ambos dirigentes lo quieren lejos y lo consideran un “paria” a pesar de que Horacio Rodríguez Larreta lo sumó a su espacio.
También quedó demostrado, según comentan en la UCR bonaerense, que se recostó en el sector de Patricia Bullrich, que la incursión de Manes en la política no fue por convicción, ya que, tras quedarse afuera del radicalismo bonaerense con la definición en las presidenciables de este año, anidó en el PRO, que gobierna la Ciudad de Buenos Aires desde hace veinte años.
Ingenuo sería Larreta si cree que el millón de votos que acompñaó a Manes en el 2021 son propios del neurocirujano. Esa avlancha de sufragios "boina blanca" surgieron de la estructura de un nuevo radicalismo que llegó de la mano de los nuevos dirigentes. Falso es el análisis que sostiene que Facundo Manes es el dueño de los votos.
Creen algunos dirigentes radicales que el gestor del acuerdo entre diputado nacional y el pre candidato presidencial del PRO fue Gastón Manes, hermano de Facundo, que, en supuestos intercambios de recursos, cerró el pacto de amistad política.
“Están creando una pyme familiar” dijeron correligionarios que no comulgan con el en vano Presidente de la Convención Nacional de la UCR. Claro, ésta desconfianza se desprende de la falta de convicción para realmente luchar contra el poder de turno histórico.
Así las cosas, quedó demostrado que Facundo Manes se cansó de predicar con el ejemplo y se sumó al status quo que tanto denostó.