Por: Martina Vivas

“Yo quiero jugar, y voy a jugar, y vos a conseguir mediante el diálogo y el consenso, el acompañamiento de varios dirigentes” dijo Daniel Scioli hace unos días para mostrar que su pre candidatura a presidente de la nación sigue en pie.

Molesto por las operaciones mediáticas que se lanzaron sobre su figura, el ex gobernador provincial tiene a todo su ex gabinete bonaerense desplegado por la provincia para desplieguen no solo estrategias sino que también el mensaje.

Confió a PROVINCIA NOTICIAS uno de sus principales armadores que “ya hay varios compañeros dirigentes que se están moviendo y también algunos intendentes que sabemos que van a estar de este lado”.

En rigor, nada está asegurado en la política, y menos en la de Buenos Aires. Pero la danza de nombres que respaldarían al es gobernador serían Juan Zabaleta de Hurlingham, Fernando Gray, de Esteban Echeverría, Julio Zamora de Tigre, Fernando Moreira, de San Martín, Alberto Descalzo, de Ituzaingo, Juan José Mussi, de Berazategui, Leonardo Nardini, de Malvinas Argentinas, Ariel Sujarchuk, de Escobar, Facundo Diz, de Navarro, Alfredo Farías de Tordillo y Mario Ishii de José C. Paz. Claro, todo esto sucede por estas horas, y seguramente se extenderá o mermará dependiendo el contexto, si hay unidad o si las encuestas difieren de lo pensado.

Pero por qué estos jefes comunales se sumarían al armado sciolista y dejarían de formar parte del espectro K. Por un lado, porque están de la mano de Alberto Fernández, cuestión que se trasladarían esos compromisos a “Daniel”. Y por el otro, porque esos alcaldes tienen una distante, y otros insalvable, relación con el kirchnerismo y el massismo.

En las próximas horas se sumaría una gran facción del Movimiento Evita que, con su andar político un tanto resbaloso, puede jugar en las dos canchas; es decir, una parte con el kirchnerismo, y otra parte con el sciolismo. La pregunta sería en dónde está parada la jefa comunal de Moreno, Mariel Fernández.

Avisaron también desde las cercanías de Daniel Scioli, que si los intendentes se niegan a negociar, es decir, llevar al ex gobernador en su boleta, pues armarán una lista aparte pero adentro del Frente de Todos. Por ejemplo, dicen, que si Fernando Espinoza se niega, se confecciona una nomina con la diputada provincial Patricia Cubría o con la ex legisladora, María Laura Ramírez. En Berazategui sucede los mismo. Si Mussi no recepciona la solicitud de DOS, lanza a Nicolás MIlazzo como postulante. Y así en cada uno de los distritos.

De esta manera, Daniel Scioli ya contaría con una buena base de jefes comunales que respaldarían hoy su candidatura y se ilusiona como el Pichichi que supo ser.