Luego del intento de asesinato a la vicepresidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, todo el oficialismo y gran parte de la oposición se unieron en solidaridad con la titular del Senado nacional y repudiaron el hecho.
Sin embargo, el presidente de la nación, en su cadena nacional, no solo pidió terminar con la violencia sino que también culpó a la oposición y al sistema judicial por hostigamiento hace Cristina Fernández.
Entre tantas acusaciones, en Saladillo, municipio perteneciente a la Séptima sección electoral, los principales referentes del peronismo, radicalismo y kirchnerismo cerraron filas en contra de los actos de fanatismo que desembocan en barbarie.
En una conferencia de prensa, el intendente José Luis Salomón, el diputado provincial peronista Walter Abarca, la diputada del radicalismo Alejandra Lordén, el titular de Aubasa, el massista Ricardo Lissalde y el diputado nacional Juan Manuel López, de la Coalición Cívica entre otros, se expresaron en contra de la violencia a la investidura institucional y a favor de la convivencia democrática.
Esta es una muestra cabal de lo que debería suceder en el resto de las jurisdicciones, dejando las vanidades a un costado y conformar en unidad un repudio generalizado ante el atentado no solo hacia la vicepresidenta sino que también a la democracia.