Cuando en el peronismo solo se habla de la candidatura de Axel Kicillof para presidente, pocos ponen el foco en quién debería ser el sucesor del actual mandamás bonaerense.
Por supuesto que cada espacio que conforma el frente Unión por la Patria tiene su postulante. El kicillofismo busca posicionar al ahora ultra kicillofista y polémico intendente de Avellaneda, Jorge Ferrraresi.
La Cámpora y buena parte del kirchnerismo tira sobre la mesa la carta de Mayra Mendoza o algún tapado de la “Orga”. En tanto, el Frente Renovador posiciona a Malena Galmarini o al jefe comunal de San Fernando, Juan Andreotti.
Pero también aparece uno que vendría, dicen algunos, a ser la síntesis de todos ellos. Federico Achaval, intendente de Pilar, es uno de los que pica en punta para tomar la posta del peronismo en la provincia y lanzarse para reemplazar a Axel Kicillof.
Achaval viene dando señales desde hace varios meses. Bajo el subterfugio, el jefe comunal pilarense no para de recorrer distritos de diferentes secciones con “la escucha” a los vecinos, comerciantes y dirigentes como principales ideas.
Si bien es normal que un intendente visite a un par con el objetivo de observar la gestión y llevarse algún consejo o iniciativa para plasmar en su comuna, lo de Achaval ya traspasa esa geografía. Sostienen varios que el puntapié inicial, con vistas a una posible candidatura a gobernador, fue a mediados de agosto del 2024, cuando recorrió fábricas de Moreno.
Las recorridas, además del conurbano, incluyeron el interior bonaerense. Después de Cañuelas en el mes de octubre, llegaron las visitas a municipios del interior provincial. Bolívar y Roque Pérez fueron las comunas elegidas por el alcalde de Pilar.
Ya en diciembre del 2024, le llegó el turno a Bahía Blanca, donde junto a su jefe comunal Federico Susbielles, transitaron por la Universidad del Este. Después del suelo bahiense, fue el turno de Tornsquist.
Ahora, y comenzado el 2025, Federico Achaval anduvo por la Quinta sección, recorriendo las comunas de Pila y Brandsen.
Si bien desde las huestes de Federico Achaval juran y perjuran que “no hay nada”, el alcalde de Pilar y el peronismo sabe que cuando el río suena.