ACTUALIDAD PN | 10 ENE 2025

JUAN CRUZ SANZ

No es ideología, es supervivencia: la verdadera razón del pacto Macri-Milei que nadie quiere contar




La aparente parsimonia con la que el gobierno de Javier Milei maneja las negociaciones con el PRO esconde una realidad apremiante: el caótico armado territorial de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires amenaza con socavar las aspiraciones políticas del oficialismo en el distrito más poblado del país.

Mientras en la Casa Rosada insisten en que "el acuerdo puede esperar y no es prioridad" y postergan cualquier definición hasta abril o mayo, el conurbano bonaerense se ha convertido en un laboratorio involuntario del anarquismo político. Sebastián Pareja, encargado de ordenar el territorio, ha generado sin querer una multiplicación de autoridades que compiten entre sí, como ya adelantó este medio.

Esta desorganización territorial se agrava por la negativa oficial de “bajar” recursos económicos y una estructura política consolidada. Los referentes distritales, ya escaldados por experiencias anteriores, miran con desconfianza cualquier promesa de financiamiento. A semanas del intento de armado libertario, los inconvenientes no cambian.

El panorama se complica aún más con la incorporación de José Luis Espert, quien tras cosechar apenas un 4% en las últimas elecciones senatoriales suma más interrogantes que soluciones al armado provincial. El hacer sonar su nombre como experimento no movió la aguja ante el desdoblamiento del kirchnerismo que amenaza con arrasar todo: Axel Kicillof con agenda propia y La Cámpora traccionando detrás de la figura de Cristina Kirchner.

En este contexto, los guiños entre Milei y Macri cobran un nuevo significado. Aunque desde el entorno de Karina Milei insisten en que  “el PRO es la casta que queremos combatir”, la realidad territorial parece imponer sus propias urgencias. El "reordenamiento ideológico del sistema político" que propone el Presidente podría ser, en realidad, un eufemismo para resolver una crisis operativa que amenaza con debilitar al oficialismo en el territorio más codiciado de la política argentina. Ayer el jefe de Gobierno porteño dio señales claras sobre una posible candidatura de Mauricio Macri.

La paradoja es evidente: mientras el gobierno intenta mostrar fortaleza en la negociación con el PRO, la desorganización en el conurbano bonaerense podría estar forzando un acuerdo que, más allá de la retórica oficial, se presenta como una necesidad práctica para sostener la gobernabilidad evitando perder la provincia de Buenos Aires. El tiempo, que según el oficialismo juega a su favor, podría estar corriendo en su contra en las calles del conurbano.

Macri propuso al jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo; a las diputadas Ana Clara Romero y Silvia Lospennato; al exministro de Economía Hernán Lacunza y a la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, como sus cardenales de la negociación con LLA, no es casual que al menos dos de ellos sean jugadores de peso en el conurbano bonaerense.