El intendente de Tigre, Julio Zamora, y el diputado provincial massista Rubén Eslaiman salieron a defender la gestión de la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) durante el gobierno anterior, ante el anuncio de que el gobierno procedería a traspasarla completamente a manos privadas.
A pesar de que mantuvo una interna por la intendencia con Malena Galmarini, la presidenta de AySA durante la administración de Alberto Fernández (y esposa de quien fuera ministro y candidato presidencial y también intendente de Tigre, Sergio Massa), Zamora valoró lo realizado por la exfuncionaria luego de que el actual titular de la empresa, Alejo Maxit, dijera que el Estado “se va a retirar” vendiendo sus acciones en la compañía.
Zamora dijo que las obras realizadas por AySA hasta el año pasado, y las que quedaron pendientes, son “necesarias” y no están al alcance de los municipios, por lo que hace falta una empresa que las desarrolle.
“Tigre tenía un atraso histórico en materia de infraestructura sanitaria. Las obras que se estaban haciendo y las que están pendientes son necesarias para el desarrollo urbano que está teniendo nuestra comunidad”, explicó Zamora. “El Estado Nacional y AySA deben comprender que los trabajos pendientes son de una complejidad financiera y técnica imposibles de encarar desde el ámbito local. Evaluar las obras de infraestructura desde una lógica estrictamente economicista y proponer la absolutización del mercado sobre todos los ámbitos de la sociedad siempre produjo y va seguir produciendo asimetrías perjudiciales para los ciudadanos y ciudadanas.”
Por su parte, el diputado Eslaiman destacó que durante la gestión de Malena Galmarini se beneficiaron más de 1,8 millones de personas con nuevas redes de agua y más de 1,3 millones con el servicio de cloacas, se reactivó un centenar de obras paralizadas y “se construyeron más de 4000 kilómetros y renovaron más de 1300 kilómetros de red”, lo que definió como un “récord histórico desde la creación de Obras Sanitarias”.
También opinó el jefe comunal de San Fernando, Juan Andreotti, quien manifestó que "el agua no es un negocio, es un derecho fundamental. Quienes tenemos la suerte de contar con acceso al agua potable, debemos pensar en aquellos sectores más postergados de nuestra sociedad que no. Pensar en privatizar AySA, es olvidarse de la gente".
Y agregó: "Se invirtió 12 veces más en infraestructura que en la gestión anterior. Finalizaron 1.800 obras en 27 distritos, y hoy, nuevamente hay 300 obras paralizadas. Estas obras necesarias para garantizar el servicio representan una inversión que los que municipios no pueden afrontar".