Ayer, PROVINCIA NOTICIAS informaba que el titular de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCE), Alberto Sileoni, fue denunciado penalmente por la distribución en escuelas secundarias de libros como Cometierra , de Dolores Reyes, y Las primas, de Aurora Venturini, que incluyen escenas de sexo explícito.
El subdirector de Educación de esa dependencia, Pablo Urquiza, dialogó con este medio y subrayó que no hubo errores en la elección de esos textos, que la selección del material fue “muy cuidada”, y que algunas críticas se hacen con “un dejo de hipocresía”.
Urquiza también aclaró que esas novelas y otras señaladas como inapropiadas por su contenido sexual (por ejemplo Si no fueras tan niña de Sol Fantin o Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara) no forman parte del material destinado a la Educación Sexual Integral (ESI), sino que se trata de una colección diferente. “Se han mezclado las cosas de una manera muy tendenciosa”, dijo.
La inclusión de los libros mencionados en la colección Identidades Bonaerenses, compuesta por 122 títulos, fue cuestionada por distintas figuras del arco político, la más notable de ellas, quizá, la actual vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, quien manifestó en X (antes Twitter) que “los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que Axel Kicillof les ofrece”.
“¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños!”, escribió Villarruel en su publicación, a la que adjuntó algunos fragmentos de Cometierra.
También el ex ministro de Educación macrista y actual diputado nacional del PRO, Alejandro Finocchiaro, elaboró junto al senador provincial del mismo partido, Alex Campbell, un pedido de informes al gobierno bonaerense. “Esto no es ESI, es PERVERSIÓN. Los chicos tienen que estar en las aulas estudiando, no leyendo los relatos pornográficos que reparte el gobernador”, expresó Finocchiaro.
Urquiza dijo a *PROVINCIA NOTICIAS* que los textos cuestionados no sólo no se utilizan para la educación sexual sino que no son entregados directamente a los estudiantes, sino que son los docentes los que pueden elegirlos para trabajar con ellos en clase si así lo desean.
“Lo que no puede primar es la censura”, manifestó el funcionario. “Hay sectores que hablan de libertad y, frente a la idea de libertad y de libre opción, proponen la censura. Y se rasgan las vestiduras subrayando dos palabras en un párrafo como si los jóvenes no supieran cómo se denomina a los genitales.”
Urquiza resaltó que la Provincia mantendrá su política de distribución de libros y que la entrega de ese material “no viola ninguna ley”, como lo afirma la denuncia presentada contra Sileoni.
“Seguiremos dando la discusión, que es una discusión política y una discusión pedagógica”, anticipó el subdirector.