Media sanción en Diputados tuvo un proyecto de Alejandra Lordén, que define y regula las terapias y actividades asistidas con caballos como método terapéutico y de rehabilitación en la provincia.
“Es una disciplina considerada complementaria de las terapias médicas tradicionales para la rehabilitación física y emocional de distintos tipos de pacientes en la que se requiere la participación de un equipo multidisciplinario, configurado en función del tipo de la temática a tratar”, argumentó la diputada de la UCR.
El objeto del proyecto de ley es regular la actividad, promoviendo el derecho a la salud y al mejoramiento de la calidad de vida de las personas usuarias; implementar mecanismos de información a la comunidad en general sobre los beneficios de las terapias y actividades asistidas con caballos (TACAs); y regular el funcionamiento y habilitación de los centros de terapias y actividades asistidas con caballos, de conformidad con la presente Ley y su reglamentación.
Dentro del articulado, Lordén procura que las terapias y actividades TACAs deben ser impartidas por un equipo interdisciplinario integrado por profesionales del área de salud, del área de educación y del área ecuestre. Los usuarios que utilicen los servicios de los centros de terapias deberán ser derivados y debidamente autorizados por su médico tratante, requiriendo certificado médico de aptitud física y especificaciones sobre su diagnóstico médico.
El equipo interdisciplinario del centro será quien determine el programa o procedimiento de habilitación, rehabilitación y educación conjuntamente con el médico tratante.
Los equinos destinados a las terapias y actividades con caballos deberán ser debidamente adiestrados a tal efecto y dedicados exclusivamente a las mismas, evitando su uso para otras actividades que no sean terapéuticas.
Lordén explicó que “las Terapias Alternativas, son aquellos métodos para curar basados en una manera global de enfrentar los cuidados de la salud y el tratamiento del cuerpo, la mente y el espíritu, apoyándose para ello en métodos naturales”, y especificó que “son terapias complementarias, por lo cual no excluyen el tratamiento médico tradicional y tampoco lo reemplazan. Las terapias alternativas consideran a la enfermedad como un desajuste entre cuerpo, mente y espíritu. Y aunque las mismas se puedan desarrollar en entornos diferentes al consultorio, siempre deben estar dirigidas por el terapeuta y forman parte del proceso terapéutico”.