La alcaldesa kirchnerista de Quilmes Mayra Mendoza entró con los tapones de punta a la oficina donde se firmó el convenio Leasing con el titular del Banco Provincia, Juan Cuattromo. Cansada de los atropellos de sus propios colegas peronistas en el distrito que gobierna, no dudó en mostrarle su descontento no solo al apuntado por La Cámpora Jorge Ferraresi sino que también al mismísimo gobernador.
"A ésta altura de mi vida no tengo por que soportar y aguantar estas cosas" le dijo Mendoza a Axel Kicillof ni bien pasó la puerta del despacho de la gobernación provincial donde se firmó el pacto con Provincia Servicios.
El intendente que precedió a la jefa comunal quilmeña quedó atónito por lo que estaba viendo y escuchando. El mandamás, testigo privilegiado de lo que sucedió, optó, ni bien percibió que “el horno no estaba para bollos”, por tomar su carpeta y se retirarse.
Cuentan a PROVINCIA NOTICIAS que desde el pasillo se la pudo ver a Mayra Mendoza dirigirse a la oficina donde estaba el gobernador “con cara de pocos amigos”. Y claro, entró con la frontalidad que la caracteriza y lanzó la frase que descolocó al mandatario provincial.
Como se sabe, el kirchnerismo le achacó al gobernador ser un neutral con cierto sesgo de parcialidad, y advirtieron que no solo se está pisando, sin permiso, distritos kirchneristas sino que también massistas.
En ese marco, el Frente Renovador salió a avalar y justificar el enojo de la intendenta quilmeña. Sostienen que “es obvio que Mayra tiene razón” y que, aunque remarcan que “al final de cuentas no habrá una gran pelea porque la polarización es demasiado grande y no hay a donde ir”, de elegir, optan por la rosca y simbiosis de los últimos tiempos con Máximo Kirchner.
Así las cosas, Mayra Mendoza explotó con la intromisión de Jorge Ferraresi en su distrito y la postura vaga del gobernador, aunque destacó que desde la provincia se “siga acompañando a los municipios”.