El jefe comunal de Rauch, Maximiliano Suescun, es el nuevo presidente del Foro de Intendentes de la Unión Cívica Radical, quien reemplazará en el cargo al histórico dirigente y ex alcalde de Trenque Lauquen, Miguel Fernández.
En un mano a mano con PROVINCIA NOTICIAS se refirió a la impronta que se le busca dar a la gestión, y comentó la postura que en la reunión de Tandil se tomó en relación al vínculo que el espacio buscará mantener con el gobernador Axel Kicillof y también con el gobierno nacional, que encabeza el presidente Javier Milei.
Además, el correligionario se expresó sobre el análisis que junto a sus pares realizaron del contexto actual, el impacto de las medidas libertarias, y el posicionamiento del radicalismo, en el marco de la alianza que se podría concretar entre el PRO y el oficialismo nacional.
- ¿Qué significa haber sido elegido presidente del Foro de Intendentes de la UCR?
- Para mí es un orgullo, una alegría enorme y una responsabilidad más grande todavía. Estoy muy contento de la mesa de conducción que armamos, no es que voy a conducir solo, soy el presidente pero con los intendentes de Balcarce, La Madrid, Pellegrini y Adolfo Gonzales Chaves vamos a armar un lindo equipo.
- ¿Cuál es la impronta que se busca darle a esta nueva gestión que inicia en un contexto político muy distinto al anterior?
- Es un tema que hablamos bastante en la reunión. Pretendemos fortalecer el Foro como una herramienta de política y de gestión. A los intendentes nos consume la diaria, la planificación y el Foro es una prolongación de nuestra actividad en los gobiernos locales, pero también necesitamos hacer del mismo una herramienta de posicionamiento político. Por eso la idea es transformarlo en un fuerte espacio de política y gestión pero con fuerte autonomía y posicionamiento propio dentro del espacio al que pertenecemos para trabajar en conjunto con el resto de los integrantes del partido. Además pretendemos darle mucho método de trabajo para aprovechar bien los tiempos y poder sacar temas adelantes que beneficien a los vecinos que representamos. A su vez queremos dotarlo de profesionalismo, sumar otras voces más allá de los intendentes y nutrirnos de cuadros técnicos que hay en los propios municipios.
- Entre los temas abordados en la reunión de Tandil se planteó el vínculo con el gobernador Kicillof ¿Qué postura tomaron al respecto?
- Nuestra idea es estudiar los temas, tratar de elaborar propuestas y fijar posición pero con la voluntad de construir. Por lo tanto, cuando hablamos de la problemática de salud, de IOMA, de los medicamentos, los precios, la seguridad, la idea es fijar una postura, elaborar propuestas y dialogar para ver si podemos trabajar en conjunto. Y lo mismo con el gobierno nacional, que es un poco más difícil o tenemos que desandar el camino, porque en la Provincia pertenecemos a diferentes espacios políticos, en algunas cosas podemos coincidir y en muchas no, pero ya tenemos hecho este ejercicio, nos conocemos, sabemos quiénes son los interlocutores y cómo abordar los temas, esto a nivel nacional es todo nuevo. Cambiaron los funcionarios, se modificó la estructura y las medidas que se tomaron, en algunos casos, son cambios profundos, lo que implica un reacomodamiento que nos va a llevar un poco más de tiempo.
- ¿Analizaron el contexto actual y el impacto de las medidas del gobierno nacional a nivel local?
- Sí, nadie se sorprende respecto a que iban a tomarse medidas tendientes a bajar la inflación, el gasto público, a regular muchas actividades productos de una burocracia excesiva que dificultaba su funcionamiento, y entendemos que el gobierno hace muy poco llegó al poder. De todas maneras, lo que nos preocupan son las formas en las que se puedan desarrollar esos cambios. En este sentido, coincidimos que para efectuar transformaciones hay tres planos que deben ir de la mano: el político, el económico y el social. En las medidas del gobierno hay una preponderancia en lo económico, tal como anticiparon que lo iban a hacer, pero esto está obstaculizado el plano político, por este aprovechamiento que se está haciendo de cierto descontento o hartazgo de la gente con la política.
La cuestión es que nuestro sistema político está construido en base a los partidos políticos, a la representación de dirigentes y el presidente tiene que entender que gobernadores, legisladores e intendentes fueron elegidos de la misma manera que él, y tienen la misma legitimidad. Entonces, al igual que todo el arco político, tiene que hacer un esfuerzo para dialogar. Parece complejo y difícil por el estilo, pero ante todo está el problema de los argentinos, con lo cual hay que evitar ofenderse y hacer un esfuerzo para sobrevolar alguna situación particular e insistir para alcanzar el diálogo. Y en el polo social hay medidas económicas propuestas por el gobierno que pueden ser necesarias, más allá de que se pueda o no coincidir, pero van a tener efecto en el poder adquisitivo de los argentinos pero no de manera inmediata, el punto es que en la transición hay gente que no logra alcanzar las necesidades básicas. Entonces, los procesos de desregulación y de ajuste deberían darse con dispositivos de contención social para que puedan ser soportables. Cuando hablamos de la caída del acuerdo de precios de medicamentos en un contexto de poder adquisitivo deteriorado, con un sistema de salud colapsado, con las obras sociales con dificultades serias para funcionar, algún tipo de medidas deberían tomar, y lo mismo podríamos mencionar en otros aspectos.
- Se habla de una alianza entre el PRO y La Libertad Avanza ¿debatieron cómo debería reordenarse la UCR antes este nuevo escenario?
- No este tema puntual, pero sí dónde debería estar el radicalismo. La gente no nos eligió pero no por eso debemos ir a un lugar en donde no nos sentimos cómodos o que no nos representa por lo que históricamente defendimos y pensamos. Pero en nuestro rol de oposición la idea es ser constructivos, acompañar lo que se pueda, forzar el diálogo y tratar de generar puentes para lograr algunas modificaciones en las medidas que se toman y que consideramos que se pueden mejorar o atenuar sus efectos en la población. Es importante el trabajo que tenemos pero no debemos perder nuestra identidad. No se pretende gobernar, sino tratar de aportar soluciones también y no quedarnos solos en el recurso de la queja, y obviamente reclamar, denunciar lo que haya que reclamar y controlar, y bueno, no permitir y no acompañar lo que realmente creemos que no le sirve a la gente.