El famoso Renault Clío, el carisma del actual mandatario provincial y la cuestionada gestión de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal fueron, dicen varios, el combo explosivo que depositó a "Axel" en Calle 6.
Pero qué hay de cierto que el "Clío" fue el artífice principal del triunfo del Frente de Todos en 2019. Nada. Creer que un auto es la causa del triunfo electoral es bajarle a Kicillof su capacidad política, que, guste o no, lo ha demostrado con la obtención del sillón de Dardo Rocha.
Los armadores de la campaña de Kicillof en la previa del 2019 sostienen que “el Clío es una simbología que representa la honestidad y austeridad del gobernador”. Por supuesto, a eso hay que sumarle la participación de Carlos “Cuto” Moreno, artífice de la llegada de Axel Kicillof a todo el interior provincial y la rosca política de Máximo Kirchner en el conurbano con los intendentes más la bajada de línea de Cristina Fernández.
Cuentan algunos que en Renault Clío apareció de casualidad en la vida de Kicillof. Es que el gobernador, según comentaron a PROVINCIA NOTICIAS, tenía otra idea, y, por supuesto, otro vehículo en mente.
En los pasillos de la Casa de Gobierno contaron que Kicillof tenía pensado salir a recorrer el territorio provincial con Cristian Girard, hoy titular de Arba. La idea del mandatario era que Girard ponga a disposición su vehículo en su aventura por la provincia.
Pero un percance en el coche de Girard cambio la historia. Dicen que en gobernación que el Director Ejecutivo de Arba, cuando Kicillof le propuso la recorrida, tenía su auto con desperfectos mecánicos y solo le quedaba el de su esposa para llevar a sus hijos a la escuela. En síntesis, Girard no pudo y Kicillof tuvo que salir a buscar otro chófer.
Un tanto apresurado, Kicillof comenzó a preguntar a sus allegados quien podía poner un vehículo a disposición para el recorrido territorial. Tras varias negativas, quedó solo la propuesta de su ayudante de cátedra Carlos “Carli” Bianco, quien más tarde sería el Jefe de Gabinete, lugar del que fue expulsado por pedido de Cristina Fernández y de los propios intendentes que no soportaron que en vez de trabajar en conjunto los quisieron arrear como vacas al corral. La amistad lo colocó más tarde en refugio con una caja más que apetecible.
Según cuentan en las cercanías de Kicillof, el auto estaba a un 70 por ciento, es decir, para viajes cortos. Claro, evaluaban que, por ejemplo, salir de CABA hasta Bahía Blanca era un desafío.
Por eso, aparecieron varias especulaciones que sostenían que en realidad Axel Kicillof viajaba en un auto moderno y se trasladaba en los últimos kilómetros al Clío.
Estas versiones salían claro de distritos opositores que, para bajarle el precio al actual mandatario provincial, esbozaban la teoría conspirativa. A la luz de los hechos, no dio resultado.
En los últimos días el Clío volvió a escena otra vez al mando del polémico y cuestionado "Carli" Bianco, que fue en su momento el que comentaba que “equipo que gana no se toca”, pero en el 2021, recibió un golpe tremendo en las urnas.
Entonces, quedó claro que el Clío no gana elecciones sino que los triunfos vienen de la mano de un programa de gobierno concreto y de respuestas a los vecinos.
A la sazón, los principales armadores de la campaña del 2019 se preguntan qué necesidad hay de repetir la historia. Para muchos no es más que una decisión de Bianco para figurar en la escena, y otros, que aún puede causar un efecto retrospectivo de triunfo.